Leonardo Fariña declara desde esta mañana ante la Justicia por el caso de presunto lavado de dinero en la financiera SGI, conocida como "La Rosadita", por la que está detenido e imputado el empresario "K" Lázaro Báez.
Fariña, quien está detenido en la cárcel de Ezeiza por evasión impositiva, respondía -al cierre de esta edición- a los interrogantes planteados por el juez Sebastián Casanello y el fiscal Guillermo Marijuán, quienes impusieron el secreto de sumario en el expediente.
Sin embargo, según dejaron trascender fuentes judiciales, Fariña habría mencionado a la pareja presidencial Néstor Kirchner y Cristina Fernández, asi como también habló de exministros y exsecretarios.
Ante el tenor de su declaración, según DyN, el financista pidió ingresar al programa nacional de protección de testigos e imputados.
Nombres. El listado de funcionarios claves listados incluirían a Alicia Kirchner, Ricardo Jaime, Juan Carlos Fábrega y Julio de Vido. Asi como también Rudy Ulloa Igor, ex chofer de Néstor Kirchner.
Claudio Uberti, un alto funcionario del gobierno de Kirchner, mano derecha del exministro de Planificación y encargado de supervisar la relación comercial entre Argentina y Venezuela también fue mencionado. Uberti apareció vinculado en su momento al caso del valijagate de Antonini Wilson.
De Vido boys. El exsubsecretario de Coordinación y Control de Gestión del Ministerio de Planificación Federal, Roberto Baratta; el exsecretario de Obras Públicas en el Ministerio de Planificación José Francisco López, y el fallecido exsubsecretario de Desarrollo Urbano y Vivienda, Luis Bontempo, también habrían sido mencionados. Los tres, claves en el equipo de De Vido.
Además, Fariña habría confirmado negociados espurios tanto de Lázaro Báez como de su hijo Martín, lo que agravaría sus situaciones. Según se conoció, el acusado ofreció documentos, mails e información sobre cuentas y sociedades y habría revelado que llegó a estar en la quinta de Olivos. Incluso, habría brindado un número de teléfono que usaba para hablar con Báez y pidió que cruzaran las llamadas para corroborarlo.
Sorprendentemente, Fariña habría señalado a Lázaro como el testaferro de Néstor Kirchner. Una declaración clave que movió los cimientos de la estructura de poder K e impulsaría allanamientos y posibles detenciones.