"No es posible que vengan de otros países para delinquir y no haya ninguna sanción porque han sido tratados de manera benevolente". En estos términos se refirió el canciller Jorge Faurie al ser consultado sobre la polémica causada la semana pasada por los cuatro extranjeros detenidos por la violencia en el Congreso y las consecuencias de la llegada de migrantes de países vecinos en los costos públicos.
Entrevistado por Luis Novaresio, el ministro de Relaciones Exteriores apoyó la idea del senador Miguel Pichetto ("hay que echar a patadas a los extranjeros que delinquen") pero cuestionó los términos en los que pronunció su idea. "Yo creo que los argentinos tenemos en consideración a los residentes extranjeros", dijo Faurie", pero a veces se extralimitan ya sea por delitos comunes o por delitos políticos, y no tenemos mecanismos sancionatorios".
"En cualquier parte del mundo, inclusive en los aviones, su usted toma una actitud contra la autoridad constituida es inmediatamente causa de que usted quede preso en cuanto el avión aterriza", dijo el miembro del Gabinete. "En temas migratorios, hay una cantidad de gente, como estos cuatro casos que se han visto en los últimos días, que son una transgresión al sentido de apertura que les da la sociedad argentina".
"Tenemos que devolver como extranjeros residentes esas condiciones", reclamó el ministro. "Y por lo tanto, yo no sé si la frase del senador Pichetto es realmente la más feliz, pero traduce muy claramente un sentimiento que tienen muchísimos argentinos".
"El argentino por naturaleza no es xenófobo", explicó Faurie, "porque el argentino es hijo de la inmigración. Todos, nuestros abuelos, nuestros padre, son gente que llegó y se constituyó en una fuerza de trabajo para un crecimiento en paz". El ministro dice que "no es posible" que los extranjeros vengan "a delinquir y no haya ninguna sanción". "Hay que respetar la tierra que te acoge, y yo no lo traduciría en xenofobia, pero sí en que pongamos un límite", reflexionó.
"No viene por el lado de la xenofobia y de la exclusión, sino que compartamos todos los gastos", dijo Faurie al puntualizar los principales problemas que enfrenta la Argentina con respecto a los migrantes de países vecinos. "Nosotros tenemos educación gratuita, es para todos", explicó "pero de algún modo sustraemos recursos que podrían estar disponibles para los argentinos".
"La salud no es el tema de atender a un extranjero que se encuentra falto de salud en determinado momento", explicó. "Es la idea de aquel que se programa desde otro país sólo para venir a hacerse atender gratuitamente, porque eso sustrae recursos del sistema salud que deberían estar dedicados a los argentinos".
Faurie despegó del caso a los "extranjeros residentes en Argentina, que pagan sus impuestos y que contribuyen a que tengamos salud y educación, y son por supuesto merecedores de la salud y educación que les corresponde". Sin embargo, se refirió a "la gente que sale en charters específicos para venir de otro país a la Argentina a hacerse cirugías del corazón, cirugías estéticas, tratamientos que no tienen nada que ver con las emergencias de salud de un extranjero que se encuentra en Argentina".
El canciller explicó que en 2017 se practicaron cuatro operaciones en hospitales públicos a cuatro extranjeros que "significaron 2 millones de dólares pagados por el sistema de salud pública por el transplante de hígado, de corazón y de pulmón". Según explicó, estos extranjeros "vinieron para una cirugía programada" y regresaron a sus países.
D.S.