La idea era aprovechar el viaje a México y la reedición de aquella foto de noviembre de 2019 con los presidentes Andrés Manuel López Obrador y Alberto Fernández para un revival del promocionado eje Argentina-México, esta vez, con un rector concreto: unir a la región en torno a un reclamo único por un mayor acceso a las vacunas anti Covid-19. Y aunque la agenda no se modificó en su esencia, el impacto que provocó la trascendencia de inoculaciones preferenciales en los círculos del poder en la Argentina proyectó una sombra sobre el pretendido liderazgo exterior.
De movida, la comitiva que arribará mañana lunes a Ciudad de México, viajará con mayor distanciamiento social producto de las bajas obligadas: ni el senador Jorge Taiana ni el diputado Eduardo Valdés formarán parte de la gira por decisión presidencial tras haber sido vacunados. Tampoco lo harán las legisladoras opositoras Carmen Polledo y Jimena Latorre, que renunciaron a sus pasajes en línea con el rechazo que manifestó Juntos por el Cambio.
Más allá de los compromisos simbólicos, como su participación en el 200° aniversario de la redacción del Plan de Iguala, semilla del independentismo mexicano, la agenda incluye citas privadas con las principales figuras del país, como el empresario Carlos Slim, y la posibilidad de avanzar en entendimientos comerciales. Y en el marco de revitalizar el “nuevo eje latinoamericano”, un consenso pragmático en torno al proceso de vacunación asomaba como uno de los intereses preferenciales a proponer siendo que hay países que no recibieron siquiera sus primeras vacunas.
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La última semana, el secretario de Relaciones Exteriores de México, Marcelo Ebrard, lo denunció ante el Consejo de Seguridad de la ONU, en representación de su gobierno —México cumple su turno rotativo— y de la Celac, que preside su país. Acusó a las potencias de favoritismo con los números de la Organización Mundial de la Salud que muestran que diez países concentran el 75 por ciento de las dosis aplicadas. Fernández lo respaldó desde Buenos Aires.
El objetivo de ambos países es multilateralizar el reclamo y sumar compromisos para la próxima votación en marzo por la liberalización de las patentes en la Organización Mundial del Comercio. Además de su almuerzo con López Obrador, el mandatario argentino compartirá una cena con Ebrard el martes por la noche. Al canciller mexicano se lo menciona como posible benefactor del dedazo presidencial, cuando llegue el momento de elegir un candidato. La otra con chances es la alcaldesa Claudia Sheinbaum, con quien también se verá el jefe de Estado.
Allá por agosto pasado, ambos gobiernos anunciaron la producción en sociedad de la vacuna Oxford-AstraZeneca para Latinoamérica. Los dos países ya aplicaron dosis de esta vacuna, pero de la variante india. En lo que respecta a la propia, si bien proyectan producir hasta 150 millones de dosis para abril, se rumorea que escasean ciertos insumos de Estados Unidos para sellar el producto en México ahora que la Argentina ya exportó el primer embarque del reactivo. Una de las escalas de la gira será al laboratorio Liomont en cuestión.
