POLITICA
ABORTO: SESIÓN HISTÓRICA

Gabriela Michetti: exabruptos, errores y enojos en una sesión maratónica en la que terminó festejando

La vicepresidenta llegó tarde al debate por el aborto y se mostró irritada durante todo el día.

Gabriela Michetti08092018
Gabriela Michetti en el Congreso | NA

Gabriela Michetti se sintió siempre incómoda con el proyecto de legalización de la interrupción voluntaria del embarazo. Manifiestamente en contra de la aprobación de la ley, anticipó que- si le tocaba desempatar como le pasó al vicepresidente Julio Cobos con la famosa “125”- votaría por el no.

Quizá por eso, cuando a la vicepresidenta le tocó presidir la maratónica sesión del miércoles 8 de Agosto, tuvo una serie de errores, malos tratos y exteriorizaciones de su opinión, que muestran su incomodidad en la situación que le tocaba vivir.

La primera muestra fue haber llegado tarde. Fue Federico Pinedo quien presidió la primera hora del debate, que comenzó una hora más tarde de lo anunciado. A pesar de haber pedido que se adelantara el comienzo, Michetti llegó tarde a la sesión. En principio se especulaba con que no podía presidirla ya que Mauricio Macri estaba en el exterior y debía ocupar interinamente la presidencia. Pero el presidente había regresado al país en la noche anterior, liberándola del interinato. Fuentes cercanas a Michetti explicaron que la vicepresidenta llegó tarde debido a inconvenientes con el tránsito y con las medidas de seguridad con el que ella misma había colaborado.

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La vicepresidenta no ocultó la incomodidad en la situación que le tocaba vivir

A pesar de llegar dos horas tarde, y de alternar la presidencia con Pinedo, para descansar o comer algo durante el día, rápidamente el cansancio pareció meterla en problemas. Durante la maratónica sesión, involuntariamente dijo que su intención no era “ser imparcial”, lo que fue corregido de inmediato, y luego se refirió a una de las senadoras llamándola “diputada” porque, según admitió, estaba pensando en los integrantes de la cámara baja.

Visiblemente molesta por el largo de los discursos, que muchos senadores extendieron más allá del tiempo pactado, no pudo contener su malestar y un par de veces, con el micrófono abierto, se escuchó más de lo que corresponde. El momento más grave fue cuando en medio de una discusión con la senadora Pamela Verasay, que había pedido más tiempo, y fue apoyada por el senador formoseño Luis Naidenoff. Después de siete minutos de discusión, a Michetti se le oyó decir: “Sos un pelotudo, no rompas las pelotas”.

 

“Sos un pelotudo, no rompas las pelotas”.

 

Tampoco en el final del debate, a las 2:44 del jueves 9, la vice pudo contener su alegría por el resultado negativo de la votación, y sin darse cuenta de que otra vez su micrófono estaba abierto, se le escuchó un “vamos todavía, vamos”, celebrando un resultado de 38 a 31 que todos conocían desde la mañana.