Los gobernadores provinciales, a quienes durante los últimos meses no les quedó más que pronunciarse a favor de alguna de las partes enfrentadas, salieron ayer a poner paños fríos e insistieron en la necesidad de “solucionar definitivamente el conflicto” entre el Gobierno y el campo.
El gobernador bonaerense Daniel Scioli fue el primer alto funcionario del kirchnerismo en hacerse cargo públicamente de la derrota en el Senado, en la votación por las retenciones móviles. De todas maneras, pidió “desdramatizar” la situación y consideró que el resultado de la votación “fortalece las instituciones”.
Mientras tanto, desde la vereda de enfrente, el gobernador cordobés Juan Schiaretti y el santafesino Hermes Binner celebraron la decisión del vicepresidente. “ Había que tener un gesto que oxigenara la democracia. La democracia está viva y ayuda a construir este país maravilloso”, dijo Binner.
Por su parte, el tucumano Jorge Alperovich –fuertemente criticado por la población de su provincia por su apoyo al Gobierno- pidió dar vuelta la página. “El problema argentino no es sólo el agro, lo que pasa es que nos concentramos sólo en una parte del conflicto”, sostuvo. Convenientemente, pidió “no hablar de revancha o de triunfo”.
Otro que defendió la postura oficial fue el chaqueño Jorge Capitanich, quien tras compartir un acto con Cristina Fernández insistió en que “el liderazgo de la presidenta de ninguna manera se vio afectado”.
Sergio Urribarri, gobernador entrerriano, utilizó el concepto de Scioli de “no dramatizar”. “El gobierno nacional tiene la autoridad y la legitimidad para seguir conduciendo el país”, dijo.
Por último, el correntino Arturo Colombi –que junto con Cobos integra el espacio de radicales K- elogió el voto del vicepresidente. “Era lo que esperábamos para salir del conflicto”, dijo.