POLITICA
ENROQUES MINISTERIALES

Guzmán absorbió el área de Comercio y ahora los controles de precios son suyos

La secretaría clave para encorsetar la suba de alimentos quedó bajo la órbita del Palacio de Hacienda, que ahora ya no tendría excusas para mostrar menos inflación.

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Censo. A.F. sumó a Guzmán a su visita al INDEC, que preside Lavagna, el día del Censo 2022. | MECON

Todo se habló mano a mano el martes pasado cuando se reunieron a solas, durante casi dos horas. Fue el encuentro más prolongado que tuvieron desde el 10 de diciembre de 2019 el ministro de Economía Martín Guzmán, y el titular de Comercio, Roberto Feletti.  

Cerraron. Hubo varias rondas de café, pocos hidratos (ambos están a dieta) y apretón de manos final. El presidente, Alberto Fernández, ya le había dado el visto bueno al ministro para absorber la estratégica secretaría y también le había pedido al titular del Palacio de Hacienda: “no le conetstes a Sergio (Massa) por los medios”. En alusión a la pelea que la semana anterior protagonizaron por la pendiente suba del mínimo no imponible del Impuesto a las   Ganancias.

Igualmente faltaba que el titular de Producción, Matías Kulfas, regresara de su viaje para hacer el anuncio. Después de todo, Feletti se movió en ese terreno en el que sumó varios momentos incómodos. Ayer, de hecho, debutó en la nueva órbita con el primer giro del cuestionado fondo estabilizador de trigo.  

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El Gobierno reconfiguró el área económica y fortaleció a Guzmán, quien tuvo una semana extremadamente política y quien ahora queda visiblemente a cargo de la responsabilidad de lograr bajar la inflación que en solo 4 meses acumuló 23%.  La Secretaría  pasó de la órbita de Desarrollo Productivo a la de Economía, en un traspaso con un fuerte contenido político.

Es que Feletti es una de las espadas del kirchnerismo en la estructura del área económica y criticó públicamente las políticas de Guzmán, además de reclamar una suba en las retenciones de los cereales, medida que es rechazada por su ahora flamante jefe. Sin embargo, tanto en Comercio como en Economía apuestan a una convivencia armoniosa (al menos en los próximos meses). El cambio se cristalizará  con un DN U, según precisaron ambas carteras en un comunicado conjunto que también ratifica que Feletti seguirá en su cargo.

Sacando pecho. Guzmán viene sanado pecho. Esta semana estuvo jugando fuerte en la política. En un mismo día pasó de reunirse con el embajador de Italia, Fabricio Lucentini, a un acto en Almirante Brown y, en otro baño de peronismo,  ayer acompañó a Alberto F. en Estéban Echeverría. El Presidente le había pedido “barro”, que salga a explicar la inflación y el ministro va cumpliendo ese mandato. Tuvo su recompensa absorbiendo un área clave vinculada a la vicepresidenta Cristina Kirchner. Sin embargo, al tomar ese territorio también  tendrá él en su propio puño la firma del control de precios que el Fondo Monetario mira con recelo y que hasta ahora tenía únicamente la cara visible del “Capitán frío”.

Para coronar una semana de  gestos y actos políticos, el titular del Palacio de Hacienda iría por más. Se espera que la semana próxima el ministro lance el “paquete Vaca Muerta”, que contemplaría la normativa para flexibilizar la cuenta de capitales y que puedan entrar (y salir) dólares  que dinamicen la producción y exportación de la reserva  internacional que, hasta ahora, tiene gas enterrado y no se puede extraer por falta de infraestructura.

La Guerra en Europa y el nuevo tablero internacional de suministro de gas y GNL demostró que si Argentina tuviera la infraestrucra destrabada hubiera aprovechado esta oportunidad. Por ahora, las decisiones políticas están trabadas en la telaraña políticas que enlentecen la gestión.

No dejar pasar el tren será el eje del próximo encuentro anual que realizará la Asociación Empresaria Argentina (la poderosa AEA) el 7 de junio bajo el tìtulo “el sector privado es el factor clave para el desarrollo”.

En cuanto a las tensiones políticas, Guzmán anotó la recomendación presidencial de desinflar su furia contra el titular del Presidente de la Cámara de Diputados, por el tema Ganancias. En este nuevo gusto por el tiempismo político el titular del Palacio de Hacienda ya avisó que redactará el decreto para subirlo pero que únicamente lo hará cuando concluyan todas las reaperturas de las paritarias mporque no pagará el costo político de subirlo dos veces en poco tiempo por la desactualización que pudiera provocar la inflación.  

La suba de precios es, sin duda, la batalla principal pendiente para el hoy empoderado ministro de Economía. El el hueso duro de roer para todo el Gobierno que prometió, al asumir, que las heladeras argentinas estarían llenas y no vacías y estresadas como lo están hoy y desde hace tanto tiempo en el país con índices de dos dígitos anuales.

 

Las numerosas diferencias económicas con el  “Capitán Frío”

Las mayores tensiones del secretario de Comercio, Roberto Feletti. al menos hasta ahora se concentraron en su vínculo con el ministro Matías Kulfas de quien ahora dejará de depender. El “Capitán Frío” lo cruzó en reiteradas ocasiones  públicamente por las retenciones que, según el secretario deben subir. El titular de Producción le habíaa retrucado diciendo que “su actitud no fue la indicada” y le echó a su mano derecha, la subsecretaria Débora Giori quien, como otros cristinistas, encontró  cobijo en La Matanza.

Con Guzmán tienen diferencias económicas fuertes pero se miran a la cara.  El “Capitán Frío” siempre sostuvo que la polìtica antiinflacionaria debe unir la micro y la macro y que el control dr precios debe tener instrumentos macro que ahora, se espera, la aportaría Martín Guzmán. El combate a la inflación, dicen en “la oficina de Roberto” debe tener instrumentos porque sino a esa oficina se le atribuyen “responsabilidades” que no tiene.

También sostienen que el Feletti no busca perdedores ni ganadores. Su gestiòn en definitiva es de este Gobierno que tiene diferencias fuertes y notorias pero le atribuyen al funcionario el poder de encolumnarse y de dirimir  internamente las diferencias que recruden en la coaliciòn de Gobierno a diario.

En Economìa también reconocen las diferencias de miradas y enfoques entre ambos y coinciden en que ambos comparten el gusto por la política y decirse las cosas de frente.