Con recesión económica, recaudación por debajo del índice de precios y sin acceso a los mercados internacionales, el gabinete decidió que en los primeros tres meses del año las fuentes de financiamiento sean esencialmente las colocaciones de títulos en pesos y tener una emisión monetaria controlada.
El tema fue analizado en la última semana entre los funcionarios que acompañan al ministro de Economía, Martín Guzmán, en contacto con la cúpula del Banco Central. El titular del BCRA, Miguel Pesce, está de acuerdo con el objetivo concreto planteado por Guzmán en cuanto a mantener las fuentes de financiamiento en pesos y controlar la emisión monetaria, uno de los elementos que inciden en la inflación de un país.
“Estuvimos analizando el panorama, y la realidad del mercado muestra una situación un poco más potable para las colocaciones en pesos, mientras se encara el gran tema, como es la renegociación de la deuda y un nuevo acuerdo con el FMI”, resaltó a PERFIL una fuente del Palacio de Hacienda.
De allí es que la Secretaría de Hacienda estuvo sumamente activa en el comienzo de la gestión del gobierno del presidente Alberto Fernández.
Desde el inicio el 10 de diciembre hasta este último fin de semana, Finanzas lleva emitidas Letras del Tesoro, en algunos casos con sus respectivas ampliaciones, por un monto de aproximadamente 60 mil millones de pesos.
Esto, en definitiva, le ha permitido al Gobierno una fuente de financiamiento concreta para gastos corrientes y pagar algunos compromisos que vencieron en los últimos días, aunque también se colocó una letra especial en el Banco Central para que la entidad monetaria cancelara hace dos semanas un vencimiento de 1.300 millones de dólares.
“El objetivo es no tener atraso en los pagos. Queremos dar los pasos correctos para que el país pueda recuperar la credibilidad y una vez renegociada la deuda, pueda acceder en condiciones normales al mercado de capitales”, resaltó la misma fuente.
No obstante, no se descarta, según cómo vaya la evolución de gastos corrientes y vencimientos, que se recurra a los organismos descentralizados para tener financiamiento extra. Hay algunos de esos organismos que en los últlimos meses del gobierno anterior tuvieron subejecución de sus presupuestos, con lo cual habría partidas remanentes que Tesorería podría recurrir.
También sigue vigente la medida adoptada en la última etapa de la gestión de Mauricio Macri, la cual obliga a que los organismos públicos con remanente de partidas pueda invertir esos recursos en colocaciones de deuda en pesos del Estado argentino.
“Esta estrategia se va a mantener y por lo que vemos el mercado la ha respaldado”, concluyó otro de los funcionarios consultados. Con recesión económica, recaudación por debajo del índice de precios y sin acceso a los mercados internacionales, el gabinete decidió que en los primeros tres meses del año las fuentes de financiamiento sean las colocaciones.