Visiblemente cansado, aunque con tranquilidad y mesura, Julio Cobos, el hombre que esta madrugada puso en jaque al Gobierno al rechazar las retenciones móviles que hace más de cien días mantienen en vilo al país, aseguró que no tiene miedo y que no piensa en renunciar a su cargo de vicepresidente.
“No se me cruza renunciar, seria traicionar la voluntad popular”, aseveró rodeado de periodistas y vecinos en la puerta de su casa de Ezeiza, e inmediatamente agregó, en relación a la presidenta Cristina Kirchner: “Hemos sido elegidos los dos por la misma cantidad de votos”.
Sobre el futuro incierto de su relación con los Kirchner, el mendocino fue contundente: “ Podemos tener una relación buena, o no, pero yo tengo la legitimidad del pueblo”. “Que me dejen solo... yo presido el senado, me dedicaré a ello”, agregó frente a la hipotética posibilidad de que el kirchnerismo le haga un vacío político.
“La presidenta tiene la oportunidad de empezar una nueva etapa”, explicó y dio por tierra con las versiones que señalan que el país entraría en una profunda crisis. De esa manera, Cobos afirmó que “ la crisis sería si yo renunciara”.
Al argumentar su decisión y señalar que hubiera preferido pasar a un cuarto intermedio, el presidente del Senado remarcó su procedencia del radicalismo. Además, destacó que hasta el propio oficialismo estaba dividido. “Tomé una decisión conforme a mis principios. Teníamos una resolución que había sido enmendada por todos lados. Mi idea era que quede en el senado una semana. Yo pedí un cuarto intermedio pero el oficialismo y la oposición y no quisieron”, relató.
Si bien reconoció que no se ha comunicado con la presidenta, Cobos expresó que Cristina ahora “tiene la oportunidad de empezar una nueva etapa” luego de los meses de conflicto que vivió el país.