Los movimientos sociales aliados con el Frente de Todos, la Pastoral Social de la Conferencia Episcopal Argentina y los principales asesores de Alberto Fernández se fijaron el objetivo de trabajar para terminar con los planes sociales. La idea no es eliminar la ayuda estatal, sino que la misma se oriente a la creación de trabajo en la denominada economía popular. La reunión realizada este miércoles en la sede del Episcopado, donde participó el presidente electo, marcó la convergencia “tripartita” que se fijó este ambicioso objetivo.
En conjunto buscarán pasar de planes de asistencia a programas que permitan crear trabajo a través de la economía social, una idea que también intentó llevar Cambiemos a la realidad, pero que en muchos casos terminaron desatando conflictos con los movimientos.
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Fernández fue al encuentro con la Pastoral y las organizaciones con el diputado Daniel Arroyo, el principal referente de su sector en el tema, y de Gustavo Béliz. En los dos casos tienen desde hace años un fuerte vínculo con la Iglesia y su trabajo social, al punto que los dos fueron oradores de la última Semana Social de la Iglesia este año. La novedad es el protagonismo que ganó con el encuentro del obispo de Lomas de Zamora, Jorge Lugones, titular de la Pastoral Social quien, por sus fuertes críticas a Cambiemos, no había podido ocupar personalmente el rol de “componedor” entre el Estado y los movimientos sociales. La visita de Alberto a la CEA sorprendió incluso a parte de la dirección de esa institución, una muestra de que el obispo tendrá juego propio en su vínculo con la nueva administración.
En los movimientos sociales no hay cambios de figuras, pero sí se preparan los liderazgos para una nueva organización y un vínculo diferente con el Gobierno del que, como les anunció Fernández a tono con lo que dijo en la CGT, serán parte de la administración que comenzará el próximo 10 de diciembre.
El objetivo será igualmente mantener autonomía frente al Gobierno, pero desde una participación más formal como la que hoy tienen los sindicatos. Esperan que Alberto acompañe a los “cayetanos” el próximo 7 de diciembre para repetir una escena similar a la que se vivió la semana pasada en la CGT, donde los movimientos también apuntan a ingresar con el sindicato piquetero.
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Aunque aún no se conocen detalles sobre el organigrama que tendrá Desarrollo Social, donde suena fuerte el nombre de Arroyo, se descuenta que la participación será muy importante, tanto de la Pastoral como de los movimientos. También se han definido las líneas de trabajo que apuntan a terminar con el carácter asistencial de la ayuda, para potenciar el aporte productivo.
En diálogo con PERFIL, Arroyo explicó que “con microcréditos, que sean bien aplicados y no vayan a bienes de consumo sino a herramientas productivas, se buscará potenciar algunas tareas que ya se hacen en sectores textiles, construcción, agricultura, economía del cuidado y el reciclado”. El objetivo, apunta, es “dignificar la economía popular”.
