Los tres detenidos por el ataque a balazos que sufrió el gobernador santafesino Antonio Bonfatti días atrás fueron imputados por la jueza penal María Luisa Pérez Vara por ser los autores materiales del atentado, amenazas calificadas y abuso de armas.
Asimismo, todavía sigue prófugo el cuarto integrante de la banda que baleó la casa del gobernador. Se trata de Brian “Gordo” González.
La magistrada tomó declaración indagatoria ayer a Manuel Martínez, barrabrava de Newell's, y a Germán "Papaíno" Ramírez, quien cuenta con antecedentes penales por homicidios y a quien se le secuestró en su domicilio una pistola calibre 9 milímetros para realizarle pericias y determinar si fue utilizada en el ataque contra la casa del gobernador donde se efectuaron diez disparos.
El último de los detenidos, Saúl Sánchez, fue acusado después de la declaración de un testigo indirecto y por datos que revelan su estrecho vínculo con los otros.
Los tres detenidos negaron su participación en el ataque ocurrido en la noche del viernes 11 de octubre, cuando desde varias motos un grupo de desconocidos que actuaban encapuchados efectuaron diez disparos contra la casa de Bonfatti, en momentos en que se encontraba viendo televisión acompañado por su esposa, Silvia Trocoli. Todavía no se pudo determinar cuál fue el motivo del ataque, aunque el gobernador señaló en una entrevista que, a su parecer era una cuestión política.
“Si sumamos la cantidad de personas de bandas violentas que pusimos presas en Rosario, en una acción conjunta con la Justicia y que no tiene antecedentes en la historia de la provincia, a esto que pasó lo asumo como una reacción frente al gobierno provincial. Pero ya lo dije. No me van a amedrentar ni hacer dar un paso atrás. Por el contrario. Ayer convoqué a los jefes policiales y les dije que redoblábamos la apuesta", señaló Bonfatti días atrás.