La jueza federal de San Martín, Martina Forns, se sumó esta semana a las denuncias de sus pares Ana María Figueroa y Luis Raffaghelli sobre presuntas presiones a la Justicia recibidas durante el gobierno de Mauricio Macri. “Fue un plan sistemático”, afirmó durante una entrevista al diario Página/12, y aseguró que existió “un armado” con el sostén de algunos medios de comunicación.
En este marco, la magistrada afirmó que Juan Bautista Mahiques, actual procurador General de la Ciudad y ex representante del Poder Ejecutivo ante el Consejo de la Magistratura, fue el encargado de sostener los pedidos de jury para destituirla. Además, apuntó al exjefe de Gabinete del entonces ministro Germán Garavano, Esteban Conte Grand, al presidente de la Corte Suprema, Carlos Rosenkrantz y a la diputada macrista Graciela Ocaña como los presuntos ejecutores de una persecusión en su contra.
Según Forns, se trató de “una trama en conjunto” del entonces gobierno de Cambiemos y algunos periodistas. “Para mi no es nuevo lo que dice Ana María Figueroa. Yo viví en esa época todo lo que ella nos decía. Siempre habló de la persecución. Prácticamente no podía hablar en público, no podía decir nada porque sabía que todo lo iban a tomar en su contra. Era algo que le pasaba y nos lo contaba a todos los que estábamos alrededor”, expresó en parte de la entrevista.
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“No fueron hechos aislados. Hubo un plan sistemático. Todo aquel que fallara o que siquiera se atreviera a opinar distinto en un reportaje era presionado. Incluso yo, que por pertenecer a Justicia Legítima me dijeron que formaba parte de una asociación ilícita”, dijo, y agregó: “Siempre hubo lobbys. Pero las partes eran las que hacían lobby. Podían ser rigurosos o agresivos en una defensa, en una apelación contra la decisión de un juez, pero nunca denigrar a alguien así. Porque además fue una trama en conjunto. Los periodistas de guerra se combinaban atacando no solamente los fallos, sino la vida personal. Se metían con tu familia, con tu vida privada”.
Consultada sobre si recibió presiones por parte de Juan Bautista Mahiques, la jueza respondió: “No. Yo no. Pero cuando Graciela Ocaña me hizo las denuncias en el Consejo de la Magistratura hubo un dictamen del juez Cabral que pedía que se cerraran, porque la Corte nunca me había endilgado mal desempeño. Y se sabía que Mahiques, que era el representante del Ejecutivo allí, era el que no quería. Sabíamos que Mahiques era una figura fuerte del Gobierno en las denuncias contra un montón de jueces”.
Ante la pregunta de si creía que a su marido, Gabriel Macaggi, lo despidieron del Ministerio de Justicia como parte de las presiones, aseveró: “Si. Fue cuando dicté la medida cautelar contra el DNU que derogó la ley de medios. ¡Macri sacó un decreto en contra de una ley! Algo que en otro momento hubiera sido impensado. Al mes pusieron a mi marido en una de esas listas negras. Él hacía 26 años que trabajaba como abogado del Estado. Fue algo muy burdo”.
La jueza contó, también, el presunto desempeño de Esteban Conte Grand en ese episodio. “Cuando lo despidieron yo llamé a Conte Grand a su oficina, oficialmente, porque trabajé con su madre en la Corte. No me entraba en la cabeza lo que estaba pasando. No me atendió y luego me devolvió el llamado. Cuando empezamos a hablar me di cuenta que había una tremenda persecusión. En esa conversación me dijo que lo que pasaba era que mi marido era socialista”, detalló.
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Además, dijo que “hubo una embestida mediática contra él”. Sobre esto, afirmó: “Jorge Lanata y Romina Manguel hicieron un programa de televisión acusándolo de que él era un funcionario que negaba la información pública de los expedientes de Hotesur y Ciccone. Un programa entero, dedicado a eso, eh. Cuando mi marido no tenía nada que ver con la oficina a cargo de esos temas. Y en ese programa estuvo Conte Grand en persona. Se daba todo en paralelo. Fue todo un armado”.
Por último, apuntó contra la Corte Suprema. "Antes de la llegada de Rosenkrantz la Corte falló en contra del tarifazo de gas. Ese fallo decía que el aumento de las tarifas era irrazonable, arbitrario, desmedido, que no se habían hecho las audiencias públicas, etc. Todo exactamente igual a mi fallo sobre las tarifas de luz, sobre el que la Corte se expidió sólo veinte días después de su sentencia sobre el gas. Dijeron que había saltado instancias cuando es algo que no existe en materia de acciones colectivas. Pero además de la cuestión técnica, me devolvieron la causa diciendo que yo había “desprestigiado” al Poder Judicial. Nunca en la historia existió un Tribunal que se exprese así" sostuvo.
Y concluyó: "Un fallo puede decir que algo no es razonable, que es improcedente, arbitrario, pero jamás en la persona del juez. Después, eso fue lo que dio lugar a que dos operadores, Graciela Ocaña y un legislador correntino me iniciaran otra denuncia en el Consejo de la Magistratura. Para mi fue todo muy claro. Se daba todo en paralelo. Hasta me acuerdo de Joaquín Morales solá y Lanata que antes que salga el fallo ya decían que la Corte me iba a retar. Fue todo un armado".
AB/FeL