Con un extenso discurso, pero sin mayores rodeos, el ministro de Economía volvió a tensar la cuerda en torno a la pelea que mantiene el Gobierno argentino con los tenedores de deuda favorecidos por el fallo del juez de Nueva York Thomas Griesa.
A la vez que reiteró sus críticas al magistrado neoyorquino por su “interpretación estrambótica de la (cláusula) pari passu”, el funcionario dispuso de toda retórica para criticar el reclamo de los fondos buitre que rechazaron los canje de deuda de 2005 y 2010, y exigen el pago de bonos de deuda según la resolviera el juez.
Durante el anuncio del proyecto del G77+China, que intentará resolver en la Asamblea General de Naciones Unidas la creación de una Convención Multilateral que regule el pago de deuda soberana, el ministro de Economía aseveró que “este es un problema que atañe al sistema financiero global”.
“Hemos recibido la solidaridad de prácticamente la totalidad de los países del mundo”, expresó el funcionario, a la vez que reiteró el peso del caso argentino como leading case en el sistema financiero internacional.
“Argentina es un leading case de cómo la insanía de un sector financiero puede atentar contra el funcionamiento normal del sistema”, apuntó.
“Fíjense ustedes: un juez y tres millonarios están complicando a tal punto las reestructuraciones de deuda internacionales que, probablemente, el día 9 se tome en Naciones Unidas el caso argentino como disparador de una reglamentación internacional”, continuó.
Lista. “Esto es 'Nunca más' a los Griesa. 'Nunca más' a los Singer”, proclamó el titular del Palacio de Hacienda.
“Necesitamos que se tomen medidas contra el juez (Griesa)”, clamó Kicillof.
“No queremos que otro país sufra las mismas extorsiones que Argentina”, insistió. “Son un parásito del sistema financiero internacional. Hay que exterminarlos, tienen que desaparecer”, bramó.