POLITICA
carambola de la vice

La aprobación del protocolo de Cristina provocó fisuras en la bancada opositora

Naidenoff se reunió con la titular del Senado y acordó cambios. Lousteau encabezó un grupo que rechazó esa movida. Acusaciones de falta de estrategia y aceptación de liderazgos.

20201010_naidenoff_lousteau_na_g
Radicales. Naidenoff es el jefe del interbloque de JxC; Lousteau, viceprimero del Senado. | NA.

La última semana Cristina Kirchner consiguió una carambola a dos bandas: logró que el Senado, con el voto de la oposición, avale el protocolo de sesiones remotas que venía cuestionado y denunciado judicialmente, y, a su vez, esa definición generó un quiebre en el interbloque de Juntos por el Cambio.

La tensión caló hondo sobre todo en el bloque del radicalismo, donde volvieron a quedar expuestas las diferencias entre el actual titular, Luis Naidenoff, y quien intentó ocupar ese lugar, Martín Lousteau. Después de los cruces del jueves no volvieron a cruzar palabra, aunque en la bancada radical confían en que la sangre no llegará al río.

El meollo de la discusión giró en torno a la estrategia con la cual pararse frente a Cristina. En franca minoría, el bloque opositor supo desde un comienzo que ese vínculo no sería sencillo. La pandemia y la virtualidad profundizaron las diferencias. En las últimas semanas, Juntos por el Cambio decidió llevar la polémica por el protocolo de sesiones remotas a la Justicia, alegando que la última prórroga se había dado sin el voto de dos tercios de los senadores como establece el reglamento.

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

El BCRA confirmó que funcionarios y legisladores nacionales no podrán comprar dólares

Este miércoles, sin embargo, desde la secretaría administrativa del Senado lo llamaron a Naidenoff para reunirse con Cristina. También convocaron a Humberto Schiavoni, titular del bloque PRO, pero no estaba en la Ciudad. Fue el tercer encuentro cara a cara entre la titular de la Cámara alta y el jefe del principal bloque opositor en diez meses. Allí, luego de que la vicepresidenta juegue con metáforas deportivas (ver aparte), acordaron modificaciones en el protocolo para permitir la presencia de más senadores en el recinto y sin tener que pedir ninguna autorización, algo que había irritado a los opositores.

Naidenoff transmitió las novedades a sus pares el jueves al mediodía en una reunión virtual. Apenas contó que había acordado votar el protocolo se detonó el conflicto. Finalmente, hubo seis senadores que se ausentaron a la hora de votarlo y dejaron en evidencia sus diferencias. “Son cosas que lesionan la confianza”, dicen desde un sector. “Había que destrabar la situación políticamente”, responden desde el otro. “Hay que tener estrategia para frenar las arbitrariedades”, insisten los primeros. “Hay que bancarse las decisiones, no se puede actuar como el dueño de la pelota que se enoja y se la lleva a la casa”, replican.

Pero la tensión no quedó ahí y cuando llegó el momento de votar los pliegos de una veintena de jueces volvieron las dudas. En apenas minutos, más de un centenar de mensajes hicieron arder el whatsapp del interbloque para definir cómo votar. “Lo lógico sería abstenerse”, dijo uno. “Pero habíamos comprometido votar en contra”, retrucó otro. “No podemos dudar”, zanjó un tercero. Minutos de zozobra, con Naidenoff fuera de la discusión porque se había ido al médico por un turno que tenía previsto con anterioridad. Desde la cúpula del bloque minimizan el cruce: “Se había acordado votar en contra, solo (Juan Carlos) Romero y (Roberto) Basualdo habían anticipado que hacían su juego”.

El jueves por la noche, Lousteau participó de un zoom con dirigentes catamarqueños, en el que eludió el conflicto pero apuntó al funcionamiento del Congreso. “El que está tratando de sobrevivir en Argentina carga con que en el Congreso no debatimos nada que le sirva”, aseveró. Y agregó: “El costo de lo que no debatimos, es lo que después alguien lleva como costo de producción sobre sus espaldas, eso es lo que nos enoja en la discusión”.