La impresionante Expo Shangai 2010 representa la consolidación de China en la elite planetaria. La feria mundial que se inauguró el sábado con un despliegue descomunal, promete convertirse en la más grande de la historia con 70 millones de visitantes en seis meses. Hasta aquí llegarán los más importantes empresarios internacionales para ir convirtiendo a China en la nueva Roma del siglo XXI. Uno de cada tres productos que se compran y se venden en el mundo tienen origen o destino chino y el mercado del gigante asiático es el que más seduce a las principales multinacionales. Pero la Argentina de los Kirchner parece estar yendo a contramano de ese fenómeno.
Eso es lo que se observa luego de recorrer oficinas gubernamentales en Beijing y visitar el pabellón argentino en Shangai. Tal como adelantó PERFIL el domingo, el stand montado por el gobierno de Cristina Kirchner mostró algunas desprolijidades a la hora de iniciar su “venta” al mundo. No había presencia de empresarios locales y tampoco se pudo ver a importantes funcionarios en la inauguración. La magnífica oportunidad de contactar a empresas argentinas con el pujante capital chino tendrá que seguir esperando.
El traspié se produce cuando la relación económica entre China y Argentina atraviesa un momento de delicada tensión. Xu Yingzhen, la sudirectora general de América y Oceanía del Ministerio de Comercio chino, reconoció a PERFIL que el principal escollo de Beijing con la región es, precisamente, Argentina. La funcionaria que controla el vínculo de China con América latina advirtió sobre el peligro de que Beijing suspenda sus inversiones por el “daño” que Buenos Aires le causa al intercambio comercial con la imposición de barreraras arancelarias. Esas medidas se producen en un contexto de franco crecimiento de las exportaciones e importaciones de China en la región.
Pero si la gestión económica sufre una turbulencia, la relación política está en un punto todavía más bajo. El vicecanciller chino Li Jinzhang enfatizó a PERFIL el “contacto personal” y el intercambio de visitas de Estado que el presidente chino Hu Jintao ha tenido en los últimos años con los principales presidentes latinoamericanos. Li remarcaba así la importancia que tiene para la diplomacia china el encuentro cara a cara de los primeros mandatarios para apuntalar la relación bilateral. En ese marco, en la Cancillería china reconocen que el plantón de Cristina de enero pasado todavía sigue siendo una herida abierta: los diplomáticos chinos respetan hasta el último detalle del protocolo y todavía están sorprendidos por el desplante ocasionado por Argentina.
China no esperará a la Argentina. Pero los Kirchner se dan el lujo al alejarse de China. Es una manera muy particular de interpretar al mundo.
(*) Editor sección Internacionales Diario Perfil
