La crisis financiera, con un nuevo récord del dólar y una constante caída de reservas del Banco Central obliga al Frente de Todos a iniciar la campaña oficial con discursos más moderados de lo que esperaban instalar de cara a las elecciones generales del 27 de octubre. Aunque el eje de la campaña continuará siendo el contraste económico con Juntos por El Cambio, la coyuntura le pone condiciones a la pelea, con el desafío de que será el principal candidato presidencial quien deberá mostrarse más moderado de lo que hubiese preferido.
"El más duro y confrontativo del espacio es el propio candidato", dicen cerca de Alberto Fernández. Quienes lo rodean, son las voces más moderadas de la oposición. Por las distintas oficinas del búnker de la calle México transitan más economistas que políticos. Alberto escucha atentamente a Guillermo Nielsen y Cecilia Todesca, entre los técnicos que trabajan en el espacio, pero también comenzó a escuchar la opinión de otros economistas que le trasmiten distintos pronósticos sobre los últimos movimientos que hizo la Casa Rosada.
En el equipo de campaña preparan una estrategia con discursos moderados y aseguran que en el entorno del candidato presidencial “se habla menos de la campaña que de cómo vamos a recibir el Gobierno” en diciembre.
A quien más escucha Fernández es a su compañera de fórmula, Cristina Kirchner. Con ella termina de delinear los pasos a seguir de cara al 27 de octubre. La candidata a vicepresidenta es quien le dijo que ella y los otros candidatos del Frente de Todos debían hacer silencio y ser el ex jefe de Gabinete el único que hable sobre la crisis económica. Con esto coincidieron no solo en el equipo de comunicación, sino también quienes están más cerca de Fernández, quienes suelen ser más moderados que los candidatos de la boleta presidencial.
Además de sus asesores económicos, entre los que más escucha Alberto están el diputado nacional Felipe Solá; el gobernador de Tucumán, Juan Manzur, y el jefe de campaña, Santiago Cafiero. Todos coincidían en la prudencia que debe tener el candidato no solo durante estos días, sino también una vez que se inicie la campaña, el 7 de septiembre. Se ganó también un espacio Fernando “Chino” Navarro.
Otro de los que pasa por la calle México y se convirtió en uno de los dirigentes que más escucha el candidato presidencial es el diputado, Eduardo "Wado" De Pedro, con quien avanza en la presentación de distintos proyectos de ley. De Pedro será un nexo clave en caso de ganar la elección, ya que se convirtió en el nexo con los legisladores de La Cámpora, más allá de la figura de Máximo Kirchner.
Hasta su postulación, el postulante presidencial tenía hasta entonces poco vínculo con los intendentes. Sin embargo, algunos de ellos se ganaron la máxima confianza de quien se prepara para ganar los comicios de octubre. Entre ellos figura Gabriel Katopodis (General San Martín) a quien conocía de las campañas anteriores de Florencio Randazzo y Sergio Massa. Este intendente es uno de los que también figuran en la lista de moderados cuando se trata de aconsejar al candidato y de armar la estrategia electoral.
Agenda política en Madrid
Después de posponerlo durante varias semanas, Alberto Fernández viajará a Madrid. El viaje hasta hace pocos días iba a ser solo para dar clases y descansar junto a su pareja Fabiola Yáñez, pero los pedidos de distintos dirigentes hicieron que también le haga lugar a la agenda política.
En una semana, además de presentarse en la Universidad Camilo José Cela, también tiene agendado un encuentro con el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y el ex mandatario José Luis Rodríguez Zapatero. Además de otras reuniones en este país, se trasladará a Lisboa para entrevistarse con Antonio Costa, primer ministro de Portugal. El candidato a presidente regresará a la Argentina el domingo 8 y se volverá a concentrar en Córdoba, provincia en la que se entusiasma con poder seguir achicando la diferencia que Mauricio Macri obtuvo en 2015.
