“Levanten las harinas de acá, dejen las frutas”. Mauricio Macri no quiere saber nada con desayunos que involucren medialunas. El expresidente le pidió a la empleada del anfitrión, el exministro de Trabajo Jorge Triaca, que solo deje el café, el mate y alimentos sanos.
Habían pasado las ocho de la mañana y la casona en San Isidro que tiene Triaca fue el escenario para un encuentro clave de las figuras del PRO para intentar apaciguar las internas, mostrar una foto de unidad y centrarse en la estrategia electoral. Si bien, en las formas, fue un encuentro ameno, con espacio para el humor, en rigor sobrevoló la tensión.
Hubo unanimidad en apoyar el ingreso de José Luis Espert a Juntos por el Cambio, pero Patricia Bullrich y Macri – quienes no se habían referido al tema hasta ayer – expresaron que había que ver bajo qué condiciones.
En este marco las dos indefiniciones llevan conflictos implícitos. En primer lugar: si José Luis Espert debía sumarse como precandidato a gobernador bonaerense o a presidente dentro de JxC. En segundo lugar: si el frente opositor debería ir a un único candidato a gobernador que lleve la boleta de los precandidatos presidenciales.
La reunión había sido convocada a las 8 de la mañana. Larreta ya había adelantado que a las diez de la mañana se tenía que ir a Misiones, donde estuvo en Oberá, y luego encontrarse con el gobernador radical Gustavo Valdés. El último en llegar, a las 8.15 horas, fue el flamante presidente del PRO, Federico Angelini, muy cercano al expresidente.
No bien llegaron todos los esperaba la flamante candidata a vicegobernadora de Mendoza, la bullrichista Hebe Casado, quien pidió fotos y hasta un video. Tras un breve diálogo con ella, comenzó finalmente la cumbre PRO.
Los dos precandidatos a gobernador bonaerense, Diego Santilli y Cristian Ritondo, más el ex secretario general de la Presidencia, el ultra macrista Fernando de Andreis, también participaron. Aunque, en el último caso, poco y nada, y solo mostró preocupación por la situación de Jorge Macri en la Ciudad, donde es jefe de campaña. Después: un espectador de lujo, como casi siempre en las reuniones del PRO. Cuando era funcionario nacional llegó a bostezar en una cumbre de campaña en 2019.
Cómo son los búnkers de campaña de Larreta y Bullrich
En lo que tiene que ver con la economía se planteó que “todos” tengan un discurso similar vinculado a la “angustia de la gente”. Hubo anécdotas de varios de los precandidatos al respecto que aburrieron.
En el disruptivo capítulo sobre Espert hubo coincidencia en sumarlo pero no hubo acuerdo dónde. Cuando hubo resquemor en torno al economista y su pasado lejos de JxC, Macri le dijo a Larreta: “La bienvenida se la diste vos y tus socios (por la UCR y la Coalición Cívica) pero nosotros no sabíamos”.
El jefe de Gobierno le respondió: “Yo no hablé con él, me preguntaron si estaba de acuerdo y dije que sí”. Santilli irrumpió. “Mauricio, yo lo fui a buscar en 2019 para que juegue adentro y te lo llevé”. De hecho, ese año Espert llevó a Larreta en su boleta. En 2021 ocurrió lo mismo: el “Colorado” quiso sumarlo pero, en ese momento, la UCR y la CC se opusieron y propusieron imponerle un piso alto en las PASO para que se le complique llegar a las elecciones generales.
Larreta se sumó: “No tengo claro si lo de Espert conviene en Nación o en Provincia”. Sin decirlo a viva voz, Bullrich deslizó que tenía un acuerdo con el jefe de Gobierno. “Si rinde en provincia, ¿de qué candidato irá colgado?”, se escuchó.
Para Larreta la jugada de “Espert presidente” tiene que ver con recortarle el caudal electoral a Javier Milei; para Bullrich y Macri, que no quieren acotar al libertario, podría sumar pero también perjudicar a la exministra dentro de la interna. La discusión no se saldó. “Bueno tenemos que escuchar a ver qué quiere Espert”, concluyó uno de los presentes a modo de cierre.
Por su lado, Vidal aseguró que sigue en carrera por la Presidencia y quiso ser un dique de contención para que no escalen las discusiones. Se mostró equidistante en la interna y hasta planteó salidas a conflictos, por caso con consultas a expertos sobre determinadas temáticas.
En otro tramo, el expresidente planteó el riesgo en la Provincia si Axel Kicillof decide elecciones concurrentes – el mismo día que las nacionales pero con dos urnas – y dijo que era clave tener un candidato competitivo. En esa discusión, Bullrich planteó tres escenarios y esbozó, dos veces, “si el Colo fuera el candidato unificado”. Santilli no salía de su asombro. La ex ministra, igualmente, tiene avanzadas las charlas con Ritondo. Aún no hubo definición al respecto.
El capítulo porteño fue un tema aparte. Tras la tensión por las elecciones concurrentes y las acusaciones contra Larreta, hubo calma. El expresidente se mostró relajado y hasta bromeó con el tema: “Patricia tiene tres candidatos a gobernador, bueno podés poner uno en la Ciudad”, apuntó entre risas.
Por su lado, el jefe de Gobierno deslizó, sin mirar a Bullrich: “Me preocupa el nivel de agresividad que tiene López Murphy con la gestión de la Ciudad”.
En términos de unidad hubo coincidencia en que fue una buena acción haber apoyado al flamante gobernador de Neuquén, “Rolo” Figueroa y se elogió también el cierre en Mendoza donde todos estuvieron de acuerdo. “Celebremos”, los motivó Macri. Nadie brindó.
