María Amalia Díaz llegó cerca de las 10 a los tribunales federales de Retiro junto a su abogada defensora Perla Martínez de Buck y se negó a prestar declaraciones a pesar del escrito que entregó.
"Discutimos esa noche cuando bajó el arma", argumentó Díaz, aludiendo a la carabina Sig Saguer calibre 22. Esa noche del 13 de junio, tras la discusión, la mujer se fue sola al departamento de Recoleta. Según su testimonio, nunca vio los bolsos ni sabe de dónde provenía el dinero.
La mujer de López está acusada de colaborar con los bolsos del exfuncionario, luego hallados en el convento de General Rodríguez. Para llegar a esa conclusión, el fiscal del caso, Federico Delgado, realizó un pormenorizado seguimiento de las llamadas que salieron de su teléfono celular horas antes de que su esposo fuera detenido con dólares, pesos, euros y exóticos ryales.