Con una dosis extra de fondos frescos, el Gobierno salió al rescate del proyecto Misión Sueños Compartidos para bajar el tenor del escándalo que envuelve a la Fundación Madres de Plaza de Mayo y abre sospechas en el sistema de contratación directa para la construcción de complejos habitaciones sociales.
Después de un reclamo secreto de Hebe de Bonafini, el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, dio el visto bueno para que se libere una partida "que estaba retrasada".
Gracias a la gestión del secretario Legal y Técnico de la Presidencia, Carlos Zannini, ayer la Fundación que lidera Bonafini abonó una de las quincenas que se les deben a los 5.700 obreros de la construcción que son parte del proyecto que capitaneaban los hermanos Schoklender. Sergio y Pablo, junto a otras seis personas que trabajaban en la Fundación, están imputados por los delitos de estafa, administración fraudulenta y lavado de dinero, además de estar sospechados de integrar una asociación ilícita.
Para gratificación de los trabajadores que mantuvieron tres días de protestas en diferentes puntos del país, voceros de la Fundación les hicieron saber que el próximo lunes se terminarán de depositar los aguinaldos. Pero aún nadie comunicó cuándo se abonarán los salarios adeudados, que en algunos casos tienen un retraso de hasta tres meses.