La Iglesia católica argentina le pidió este domingo al presidente Mauricio Macri que las políticas de ajuste que anunció "no se practiquen sobre los pobres” y advirtió sobre la “exclusión y marginalidad creciente de millones de argentinos” a raíz de la crisis económica. Los líderes del catolicismo exhortaron al Gobierno nacional a “consolidar la democracia” para “saldar la deuda con los descartados", en un documento de la Comisión Episcopal de Pastoral Social (Cepas), que celebró la “Semana Social” en Mar del Plata.
En el documento, leído por monseñor Oscar Frassia, obispo de Avellaneda y miembro de la Cepas, los religiosos recordaron la responsabilidad que tienen las instituciones democráticas en “la promoción de políticas de inclusión, empleo y protección”. Los obispos se refirieron a los anuncios del Gobierno argentino de reducir el déficit fiscal del Estado a través del recorte de gastos, una exigencia a la que se comprometió a principios de junio, cuando acordó un crédito “stand by” de 50.000 millones de dólares con FMI.
“La pobreza debe estar en el centro de las preocupaciones de la democracia, se enfatizó durante las deliberaciones, donde también se pidió que las políticas de ajuste no se practiquen sobre los pobres”, sostiene el texto difundido por la agencia de noticias de la Iglesia, Aica.
Durante la “Semana Social”, que finalizó hoy, obispos, políticos, sindicalistas, empresarios y referentes de los movimientos sociales coincidieron en la necesidad de “una más equitativa distribución de la riqueza” y de la aplicación de “nuevas normas éticas sobre el sistema financiero”. "Como argentinos y comprometiéndonos cada uno desde nuestro lugar, estamos llamados a consolidar la democracia como único camino para saldar la deuda con los pobres y descartados de nuestra patria", concluyeron los obispos.
TEXTO COMPLETO DEL MENSAJE:
Estos días de encuentro y reflexión pusieron como centro de preocupación y debate la deuda social de la democracia con los pobres. En los paneles desarrollados durante la jornada se resaltó la urgencia de encontrar caminos de reparación para la exclusión y la marginalidad creciente de millones de argentinos, así como la responsabilidad de las instituciones democráticas en la promoción de políticas de inclusión, empleo y protección.
La pobreza debe estar en el centro de las preocupaciones de la democracia, se enfatizó durante las deliberaciones, donde también se pidió que las políticas de ajuste no se practiquen sobre los pobres.
Con el eje en una más equitativa distribución de la riqueza, se recordó reiteradamente la necesidad de la aplicación de nuevas normas éticas sobre el sistema financiero, a la luz del reciente documento "Oeconomicae et pecuniariae quaestiones” (Las Cuestiones Económicas y Financieras).
A lo largo de los tres días, en el marco de un encuentro fraterno, participaron representantes del ámbito institucional, político de distintos espacios partidarios, sindical, entidades empresarias, movimientos populares, delegados de diversas pastorales nacionales, equipos diocesanos y dirigentes de las organizaciones de la sociedad civil. Asimismo, durante el primer día, se realizó el encuentro de jóvenes del Programa Nuevos Dirigentes.
Se compartieron ideas y opiniones sobre varias cuestiones vinculadas al cuidado de los derechos humanos que dan contenido a la democracia, con sus valores de justicia, verdad e igualdad de oportunidades.
También al clamor de los pobres por la tierra y su hábitat como uno de los pilares que nos enseña el Papa Francisco con su llamado a promover el Trabajo, la Tierra y el Techo para todos, en el marco de su convocatoria -para octubre del 2019- al Sínodo sobre Amazonia: Nuevos Caminos para la Iglesia y para una Economía Integral.
También se denunciaron las políticas que estimulan la explotación indiscriminada de la naturaleza, causando daños irreparables a la “casa común” bajo el predominio de un sistema tecnoeconómico regido por el lucro y despojado de toda responsabilidad social.
Con la mirada agradecida por los 35 años en Democracia, pero con la preocupación por las asignaturas pendientes, los paneles también se interrogaron sobre la deuda que la política tiene con los pobres, en especial con los menores sometidos a los flagelos del desamparo, del trabajo infantil, la explotación y la trata de personas.
El Papa Francisco nos convoca permanentemente a buscar caminos para la promoción social y a rechazar modelos que anteponen el interés económico o sectorial, con sus políticas que colocan la dignidad humana en la periferia de las preocupaciones. En su mensaje para la Segunda Jornada Mundial de los Pobres (Vaticano 13/06/18) nos recuerda que “El Señor escucha a los pobres que claman a Él. Escucha a aquellos que son perseguidos en nombre de una falsa justicia, oprimidos por políticas indignas de este nombre y atemorizados por la violencia; y aun así saben que en Dios tienen a su Salvador”.
Como argentinos y comprometiéndonos cada uno desde nuestro lugar, estamos llamados a consolidar la Democracia como único camino para saldar su deuda con los pobres y descartados de nuestra patria.