A través de un documento llamado “Las elecciones, exigencia de compromiso ciudadano” la Iglesia Católica pidió que el cambio de administración de Gobierno que se producirá en diciembre próximo no se convierta en una crisis institucional, sino que sea una “alternativa normal” de la vida democrática.
Además, a dos meses de la muerte del fiscal Alberto Nisman, declaró que resulta “imprescindible” asegurar la independencia del Poder Judicial y la plena división de poderes.
La Conferencia Episcopal Argentina, presidida por monseñor José María Arancedo, le reclamó a los aspirantes a la presidencia que den a conocer sus plataformas con claridad, sin incurrir a agresiones y en el marco de un debate entre postulantes a la Casa Rosada que es “inaceptable” evadir.
“El proceso electoral es una preciosa oportunidad para un debate cívico acerca del presente y del futuro que deseamos para la Argentina. Es necesario crecer en madurez para que un cambio de autoridades no signifique una crisis sino una alternativa normal de la vida democrática”, sostuvieron en el documento.
En el mismo comunicado la Iglesia sugirió: "En temas importantes y permanentes, sea posible acordar entre distintos partidos y sectores sociales políticas de Estado que se desarrollen más allá de los cambios de gobierno, de manera que las legítimas iniciativas que cada nuevo candidato proponga implementar no signifiquen hacer tierra arrasada y abandonar todo lo hecho hasta ese momento".
Para finalizar, instaron a “no reducir el ejercicio democrático sólo a la cuestión electoral cada dos años, sino asumir cada día la necesaria participación ciudadana” y estimaron que “el proceso electoral es una preciosa oportunidad para un debate cívico acerca del presente y del futuro que deseamos para la Argentina”.