La cúpula de la Iglesia argentina se reunirá esta semana para debatir sobre problemáticas sociales como la drogadicción, el trabajo infantil y la trata de personas, pero no discutirá sobre nuevos métodos anticonceptivos para evitar choques con el Gobierno.
Según informó la oficina de prensa del Episcopado, la veintena de obispos que integran la comisión permanente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), presidida por el cardenal Jorge Bergoglio, se reunirá el miércoles y jueves próximo en la sede de la calle Suipacha al 1000.
La principal cuestión prevista en el temario de los prelados es la problemática de la drogadicción, para lo cual el titular de la Comisión de Pastoral Social, monseñor Jorge Casaretto, brindará un informe a sus pares, que incluirá un diagnóstico y las líneas de acción necesarias para delinear un futuro plan pastoral.
"Estamos sumamente preocupados por el tema. Buscamos asumir con energía pastoral esta problemática y observar cómo afecta el tema a la sociedad y, en particular, a los jóvenes para empezar a trabajar en la asistencia y la prevención de los adictos", dijo Casaretto a la agencia oficial Télam.
Para los obispos, la droga es una "preocupación urgente" y forma parte de una batería de temas que analizarán próximamente -como trabajo infantil, tráfico de personas- con los que buscan "poner el foco en los temas verdaderamente importantes" para la sociedad, según voceros episcopales.
Distancia. De esta manera, los obispos intentarán tomar distancia de la polémica suscitada últimamente con el gobierno a raíz de la decisión de distribuir en forma gratuita la píldora del día después en el sistema sanitario, como parte del Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable que impulsa el Ejecutivo.
En los últimos días, el ministro de Salud, Ginés González García, criticó a la Iglesia y acusó a los obispos de "mentir" cuando dicen que la píldora es abortiva, ya que a su entender está "científicamente comprobado que no lo es".
Algunos prelados, de la línea más confrontativa, como el arzobispo de La Plata, monseñor Héctor Aguer, habían advertido que "se está creando el clima para despenalizar el aborto" con las últimas medidas gubernamentales.
"Lo que está ocurriendo hoy en la Argentina es algo gravísimo, porque como en otros campos de la bioética el Ministerio de Salud de la Nación está realizando una campaña devastadora", advirtió Aguer en sus declaraciones.
No obstante, la cúpula de la Iglesia buscará alejarse del enfrentamiento verbal con el gobierno en materia de temas sexuales, ya que considera que "no hay que entrar en la provocación" y buscará centrarse en las consecuencias que está dejando "el empobrecimiento, la marginalidad y la falta de inclusión social", según las fuentes.
El miércoles los obispos realizarán el tradicional intercambio pastoral, en el que podrían surgir otros temas de actualidad, como el desarrollo del año electoral, y la conveniencia o no de emitir un pronunciamiento público al término de las deliberaciones.
En la reunión de obispos, también se abordará la realización de la tercera campaña nacional sobre el sostenimiento de la Iglesia, que se realiza este fin de semana en todas las diócesis del país, con el lema "Todos somos Iglesia, es tiempo de compartir".
Fuente: Télam