POLITICA

"La Presidenta no permitirá que la vean en silla de ruedas"

Cristina guarda reposo absoluto y suspendió su actividad oficial. La orden es que nadie la vea en este estado, pero PERFIL obtuvo la foto exclusiva.

Sabado 26 de diciembre. Pasadas las 23, llegó a esta ciudad en un vuelo de emergencia para someterse a una resonancia en el sanatorio Otamendi. La recibió Aníbal Fernández, su secretario general. Tien
| Marcelo Silvestro

La presidenta Cristina Fernández de Kirchner continúa su reposo sin actividades por la fractura bimaleolar que sufrió en su vivienda de El Calafate. El accidente se produjo tras un resbalón en un piso mojado por un "líquido deslizante", como adelantó el Diario PERFIL y confirmó esta mañana el jefe de Gabinete Jorge Capitanich.

La jefa de Estado debió suspender todas sus actividades y la orden es que no se la vea en público hasta su recuperación. El Diario PERFIL obtuvo la imagen exclusiva de la mandataria cuando era tratada en el Sanatorio Otamendi de esta ciudad, a donde debió viajar porque en Río Gallegos no tenían condiciones ni equipos para atenderla.

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Hay una orden para los funcionarios: lograr que nadie obtenga la foto de su convalecencia. “La Presidenta no va a permitir que la vean en silla de ruedas”, reflejaron fuentes oficiales al Diario PERFIL este domingo, tras notificar la cancelación de la agenda de reuniones para los próximos días, entre las que se destaca la cancelación de la reunión con la cúpula de la CGT oficialista. Cristina permanecerá en la residencia de Olivos “hasta que se recupere”.

Cómo fue el episodio que afectó nuevamente la salud de la Presidenta. Luego de un frustrado intento de ser atendida en Río Gallegos, tomó la decisión de volar de inmediato a esta capital. El sábado, pasadas las 22, se montó un operativo de seguridad en el sector militar de Aeroparque para recibirla. Descendió del Tango 01 en silla de ruedas y fue trasladada en auto hasta la clínica. Incluso aterrizó el helicóptero oficial, pero no fue utilizado. Cuando comience a recuperarse, podrá comenzar a atender a ministros y funcionarios desde Olivos, donde tiene montado un despacho paralelo (Jefatura), el mismo que usó mientras se recuperó de su intervención por el hematoma cerebral en octubre de 2013. Desde ayer, su hija Florencia Kirchner la acompaña en la residencia.

Si bien inicialmente se dijo que la Presidenta había sufrido un esguince, la resonancia magnética que se realizó en el Otamendi confirmó en la medianoche de ayer que se trataba de “fractura bimaleolar sin desplazamiento”.

Los médicos le prescribieron una bota ortopédica y es posible que también le hayan enyesado el pie. Además, deberá movilizarse en silla de ruedas mientras se recupere y el hueso comience a soldar.

Según la agenda oficial, Cristina debía regresar hoy del sur, luego de festejar las fiestas con su familia. Pero debió adelantar la vuelta, casi de emergencia, porque en el Hospital Regional de Río Gallegos, donde se atendió luego del golpe, no funcionaba el resonador magnético –desde hacía más de un año– por lo que no pudo hacerse todos los estudios necesarios.  

A pesar de que en este caso no necesitará ser intervenida quirúrgicamente, es la sexta vez en el año que Cristina tiene algún problema de salud que la mantiene alejada –parcialmente– de la gestión. La fractura llega justo dos días antes de que el Senado apruebe, mañana, la designación de los diputados para el Parlasur, el lugar que Cristina podría ocupar después de 2015.