La reacción de Cristina Kirchner después del traspié electoral del domingo último recibió un importante rechazo social aunque en los hechos probablemente tenga poco o nulo impacto de cara a las generales del 27 de octubre. Su omisión de la derrota, las críticas a los medios de comunicación y el ninguneo a los candidatos opositores que triunfaron se convierten así en un capítulo más de las divisiones que aquejan a la sociedad: hay un núcleo duro de kirchneristas que la sigue apoyando y otro, en crecimiento, que la rechaza.
Un reciente sondeo indica que el 29% de los bonaerenses califica como “buenos” los discursos que la Presidenta brindó en relación con los resultados de las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO). Esa cifra coincide casi a la perfección con el 30% de los votos que sacó Martín Insaurralde.
El 50%, por el contrario, rechazó la actitud que decidió tomar Cristina y calificó como “malas” sus apariciones públicas, en las que llegó a tildar de “suplentes” a Sergio Massa y el resto de los opositores que le asestaron la más dura derrota electoral al kirchnerismo desde que llegó al poder, en 2003.
Los resultados surgen de un sondeo que realizó en exclusiva para PERFIL la firma Federico González y Cecilia Valladares Consultores en marketing político, en asociación con MGMR. El trabajo se terminó ayer y se consultó a más de 600 bonaerenses en condiciones de votar, de diferentes puntos de la provincia.
Ella. La noche de la votación, Cristina evitó las especulaciones y salió a dar la cara ante el adverso panorama electoral. Pero sus declaraciones estuvieron lejos de reconocer la derrota y destacaron que el Frente para la Victoria era la fuerza más votada del país, la que más diputados y senadores se hubiese quedado de no haber sido una primaria, y que conservaría la mayoría en ambas cámaras del Congreso (algo que no es del todo cierto ya que para eso dependería, sobre todo en el Senado, de aliados que no siempre acompañaron).
Volvió a aparecer el miércoles en Tecnópolis, rodeada por Daniel Scioli y Martín Insaurralde. Desde ahí es donde aseguró estar dispuesta a “discutir las cosas importantes”, pero pidió hacerlo con “la UIA, los bancos, los sindicatos, los verdaderos actores económicos, y no con el banco de suplentes que ponen en las listas”. Dijo que ella no es “suplente de nadie”, sino “la presidenta de los 40 millones de argentinos”. Si ella es titular, ¿a sus candidatos también los considerará suplentes?
Por lo bajo, desde el entorno de Insaurralde manifestaron su preocupación por las declaraciones presidenciales. Consideran que no ayudan, que juegan en contra de la estrategia de posicionamiento más positivo frente a la clase media y que distancian al votante más indeciso, al que aspiran a convencer. De todas formas, si se toma todo el universo de votantes, Insaurralde no parece salir dañado fruto de la reacción presidencial. Ante la pregunta de si se tenía más o menos ganas de votarlo, el 27% contestó lo primero. Una vez más, la cifra es similar a los votos que obtuvo el kirchnerismo en el territorio bonaerense. Entre la gente que ya votó al intendente de Lomas de Zamora en las PASO, el 85% responde tener más ganas de votarlo.
El. Distinta es la reacción que generó Massa tras sus apariciones luego de alzarse con el triunfo. El 54% de los encuestados calificó como “buenos” esos discursos del intendente de Tigre, que a partir de ahora trabajará con el objetivo de estirar aún más la ventaja de cinco puntos que sacó en las PASO del domingo último. Y sólo el 17% lo criticó.
Además, el 45% de los consultados manifestó tener más ganas de votar a la lista del Frente Renovador, que lidera. A diferencia de Insaurralde, que parece estar en su techo, a Massa se le aparece un terreno más fértil para seguir creciendo.
Más allá de las discusiones entre titulares y suplentes, o de los resultados en la Antártida o en la comunidad qom, Cristina ya fijó un horizonte. Ante la adversidad, seguirá recostándose en los propios.
La salud de CFK
Nelson Castro, médico y columnista de PERFIL, aseguró que los doctores de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner están “muy preocupados por su estado emocional” y aseguró que la mandataria padece el síndrome de Hubris.
Castro ampliará mañana en PERFIL la información que adelantó el jueves en su programa de TV. “La noche del domingo fue muy difícil para usted, señora Presidenta. Quiero decirle esto con respeto y responsabilidad, porque usted es la presidenta de todos. De los que la elogian y de los que somos más críticos”, comentó Castro en el programa El juego limpio.