POLITICA
la decisión del jefe de gobierno

Larreta cedió por el aumento de casos y el cierre casi total en gran parte del país

Tras la videoconferencia con el Presidente, el alcalde consideró que era momento de tener un gesto con el oficialismo. En Uspallata se convencieron al ver que serían tres días hábiles.

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Recorrida. Rodríguez Larreta visitó ayer la Unidad de Testeo Móvil de la Comuna 5 en Boedo. | prensa GCBA

Horacio Rodríguez Larreta decidió ceder. Aunque hasta minutos antes de ingresar a la videoconferencia con el presidente Alberto Fernández el jueves pasado pensaba en sostener la presencialidad en las escuelas, el alza de casos, las restricciones a nivel nacional y el cierre casi total de actividades lo terminaron de convencer de que era el momento de tener un gesto con el oficialismo.

En ese contexto, tomó la decisión que no quería: cerrar tres días los colegios de la Ciudad en lo que refiere a jardines de infantes y primaria. Pocos días que se recuperarán a fin de diciembre, señalaron cerca del jefe comunal, pero una señal política de concordia al fin.

En la Ciudad explicaron a PERFIL que se dieron una combinación de factores para llegar a la drástica decisión. Pero que, en definitiva, también sirvió para descomprimir la tensión que se había instalado con respecto al Gobierno nacional y avanzar en cuestiones de gestión y operativas con mejor sintonía.

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Entre las razones que lo llevaron a Larreta a cerrar en primer lugar porque el 95% iba a ir a un cierre grande, no solo el área Metropolitana, como ocurrió semanas atrás. En segundo lugar porque con la reposición de feriado del 24 de mayo, con lo cual, sumado al 25, podrían ser solo tres días de ausencia de los chicos y no una semana, o más. Allí surgió la idea de Soledad Acuña, la ministra de Educación porteña, de no abrir las aulas esos tres días pero estirar el cierre lectivo tres días después en diciembre. Acuña viene apareciendo en las encuestas que rondan los despachos porteños entre los funcionarios mejor evaluados y hasta sonó para ir a una boleta este año, pero Larreta ya lo descartó de plano.

En segundo lugar, la situación epidemiológica que trazó Fernán Quirós fue complicada: tras un promedio de 2.000 casos, en un par de días subió a un promedio de 2.400. “Estamos en un piso muy alto. Estos nueve días nos van a permitir cortar la cadena de aquellos que hoy están transitando o están por transitar el virus”, apunta otra fuente de la “mesa chica” larretista.

En ese marco, una máxima que venía repitiendo Larreta es que cerraría las escuelas si antes “cerraba todo”. El contexto de esta nueva etapa de restricciones es lo más parecido a un cierre total que se vivirá en Capital Federal.

Por otro lado, la medida se trató de una concesión con la Casa Rosada y también con la Provincia de Buenos Aires, que presionaban por un cierre fuerte de actividades, incluidas las educativas.

“Fue una actitud para encontrar un acuerdo con el Gobierno nacional. Para nosotros sigue siendo importante mejorar el vínculo y el diálogo con el oficialismo”, destaca un funcionario porteño que trabaja codo a codo con el jefe de Gobierno. Por ello, además de haber participado del encuentro virtual con el presidente, ayer se pudo ver a Diego Santilli junto al secretario de Seguridad, Marcelo D´Alessandro y al de Transporte, Juan José Méndez, en Casa Rosada junto a sus pares nacionales y bonaerenses para coordinar acciones.

Larreta está convencido que hay que volver a “distender” la relación con el oficialismo. Por ello estuvo en la semana discutiendo los fondos por el traspaso de la Federal y la relación entre Santiago Cafiero y su par porteño, Felipe Miguel, sigue siendo asidua.