Después de la comentada reunión con Néstor Kirchner, el ex ministro de Economía, Roberto Lavagna; se llamó a silencio. Sólo en contadas ocasiones eligió asomarse con opiniones someras sobre la realidad nacional y se confesó: "No volví a hablar con Kirchner".
Sin embargo, ni la ruptura definitiva con su compañero de fórmula, Gerardo Morales, ni su intento por aparecer conciliador; lograron contener su furia. Esta mañana, Lavagna apuntó contra las retenciones móviles y dijo que los dramas más urgentes que sufre el país "son la inflación y la redistribución regresiva del ingreso".
El ex ministro, en diálogo con radio Continental, relevó que Kirchner ha montado "su propia historia" del país, "claramente falsa". La crítica de Lavagna se conoce un día después del acto convocado por el oficialismo en la plaza de los Dos Congresos donde, sin demasiados preámbulos, el ex presidente se adjudicó todos los logros del salvataje económico cuando tomó las riendas del país.
Lavagna recordó que "habíamos resuelto el 'corralito', el 'corralón', las catorce monedas, habíamos empezado a afrontar el FMI, el Banco Mundial, y por eso precisamente buscó el apoyo de quien era presidente (en alusión a Eduardo Duhalde) y por eso confirmó el equipo económico".
Luego explicó que aprobada la ley de retenciones, "va a seguir una situación de enfrenamiento" con el sector agropecuario. Acto seguido, aclaró que "hemos perdido un semestre entero, la situación general del país y la económica se han deteriorado de manera notable".
El ex candidato presidencial inclinó su apoyo al sector agropecuario y cuestionó los paralelismos que traza el gobierno nacional, como cuando elige comparlos - arbitrariamente - con sucesos históricos: "Hay menciones más graves como identificar esta protesta con las revoluciones del '30, el '75 o el '76", concluyó Lavagna.