Lázaro Báez admitió hoy ante la justicia que su empresa, Austral Construcciones SA, recibió casi 209 millones de pesos de la firma suiza Helvetic Services Group. El empresario kirchnerista negó además ser propietario de esa firma, y aseguró que esos fondos eran un préstamo para “participar en la construcción de las represas de Santa Cruz”.
Báez, quien estuvo asociado a la familia Kirchner, sólo presentó un escrito de descargo y se negó a responder las preguntas que tenían preparadas el juez y el fiscal. Por eso, permaneció alrededor de una hora en el juzgado del cuarto piso de Comodoro Py 2002 y luego fue trasladado de regreso al penal de Ezeiza, donde está detenido desde principios de abril.
Además, negó ser el dueño de Helvetic Services Group, una firma abierta en Lugano, Suiza, que compró la financiera SGI, más conocida como “La Rosadita”. En esa "cueva", su hijo Martín Báez y otras personas fueron filmados cuando contaban 5,5 millones de dólares de origen incierto, en una grabación divulgada en enero pasado y que reactivó este expediente judicial.
El juez Sebastián Casanello y el fiscal Guillermo Marijuan buscaban interrogarlo por la "autocompra o auto venta de títulos de deuda pública por parte de Helvetic", por unos 33 millones de dólares. Esos fondos fueron "insertados en el mercado local a partir de su depósito en una cuenta bancaria de Austral Construcciones S.A. en el Banco de la Nación Argentina, a través de nueve cheques por un total de $208.840.876, endosados por Jorge Chueco", según el fallo de procesamiento.
El empresario admitió que la compañía embolsó esa plata e intervino en esa operación para “participar en la construcción de las represas de Santa Cruz”, por las centrales hidroeléctricas ‘Néstor Kirchner’ y ‘Jorge Cepernic’, finalmente adjudicadas a otro grupo empresario afín al kirchnerismo, Electroingeniería y la estatal china Gezhouba, según informó la agencia DyN.
La operatoria, según el fallo de Casanello, era una triangulación para “transferencias de dinero procedente de fuentes ilícitas desde SGI Argentina SA a Helvetic Services Group SA”, mediante la adquisición de bonos públicos que se transferían en dólares a Suiza, y que “reingresarían al país para reingresar al patrimonio de Austral”.
El pasado 18 de abril, el magistrado dictó la prisión preventiva a Báez y a su contador, Daniel Pérez Gadín, y los procesamientos para el resto de los imputados: los hijos de ambos, Martin Báez y Sebastian Pérez Gadín, el asesor Fabián Rossi, el presidente de la SGI (La Rosadita) Cesar Fernández y el titular de Top Air, Walter Zanzot.