“Lo del alcohol me parece tonto cuando estamos discutiendo casos de corrupción”

Desde San Juan

“Cabalgo desde muy chica, pero a esta altura de la vida tampoco es tan fácil”, dice Patricia Bullrich a PERFIL. Lejos de la agenda caliente del área que comanda, la ministra de Seguridad llegó hasta la cordillera de los Andes para rememorar los 200 años del cruce por el que San Martín libera Chile. Antes de cabalgar durante cuatro horas para llegar al acto oficial en el límite con el país vecino, habló con este medio.

Ayer, ya de regreso a la actividad, salió a responderle al presidente de Bolivia, Evo Morales, por las críticas al decreto que restringe el acceso a inmigrantes. “La ley es exactamente igual a la que tiene Bolivia”, expresó en declaraciones radiales. En el diálogo con PERFIL, aseguró que la norma “no tiene que ver con los inmigrantes, sino con las personas que tienen antecedentes penales en sus países o que cometen delitos en la Argentina”.

—Cuando uno ve las estadísticas surge que el porcentaje de delitos cometidos por inmigrantes es bajo.

—Cuando uno va al delito común como robo, el 6% de los delitos es cometido por inmigrantes con una población del 4,5%. Cuando uno va al delito del narcotráfico, es el 33% de las personas detenidas y es un porcentaje similar en el delito de trata de personas.

—Para acceder a la base de datos necesitará la colaboración de los países. ¿La tendrá?

—Queremos tener un acuerdo con los países para tener un trabajo común en la persecución penal de la narcocriminalidad. De todos modos, sí, las personas que vienen a la Argentina y hacen un trámite van a tener que mostrar su certificado de antecedentes. Ahí se va a ver si tienen procesos abiertos en su país.

—Hay una constante complicidad de la policía en el delito, no sólo de la Bonaerense, sino también de la Federal.

—La corrupción es algo que en Argentina tuvo un grado de estructuralidad muy importante. Desde la política, pasando por la Justicia y también en las fuerzas de seguridad. Para poder blanquear que las fuerzas de seguridad trabajen en el marco de la ley lo primero que tenemos que hacer es dar el ejemplo quienes conducimos.

—En los casos de corrupción del Gobierno, a Gómez Centurión se lo separó del cargo y con Arribas no está sucediendo lo mismo. ¿No deberían separarlo?

—Son dos cosas distintas. Una persona estaba ejerciendo un cargo público y la otra persona vivía una vida privada. Igual me parece que el banco dio toda la explicación que puede dar. Hubo una sola transferencia de la venta de un departamento. Punto.

—Esta semana Gómez Centurión dijo que no hubo un plan sistemático de desaparición de personas.

—Esto en la Argentina es cosa juzgada. Se dijo cuando fue el Juicio a las Juntas y se dijo en cada uno de los fallos que hubo un plan sistemático.

—Hubo mucha resistencia para pasar la Policía de la Ciudad, ¿tiene que ver con no querer perder el control de determinadas cajas?

—La resistencia fue bastante poca si uno piensa que se dividió al medio una institución de tantos años que nació casi con el país. Ahora estamos pidiendo hacer lo mismo con la Justicia y no es tan fácil. La Policía Federal lo aceptó y ahora se está comprendiendo que es importante.

—En la provincia de Buenos Aires se reclamó la llegada de gendarmes pero la inseguridad continúa siendo uno de los mayores problemas.

—Estamos trabajando muy bien, hemos mandado siete mil hombres de fuerzas federales. Todos los números nos dan mejor que un año atrás, aunque la gente todavía no lo va a sentir. Pero acordamos con las Naciones Unidas que avalen nuestras estadísticas porque entre 2008 y 2015 no hay ninguna estadística.

—¿Entonces cómo puede comparar y decir que los números están mejor?

—Reconstruimos las estadísticas de 2014 y 2015. Y ahora vamos a dar a conocer la de 2016. Estamos mejor en todo. Un 20% menos de homicidios y 33% menos de robos en la provincia de Santa Fe. En la provincia de Buenos Aires estamos mejor y bajaron los homicidios en Capital Federal. Mientras haya muchos casos todavía, las cifras son difíciles de dar, pero las vamos a tener avaladas por la ONU.

—¿Ya sabe quién hackeó  su cuenta de Twitter?

—Estamos muy cerca.

—¿Pueden ser detenidos?

—Sí. Los delitos informáticos están catalogados y se hackearon cuentas oficiales.

—¿Leyó los tuits que escribieron?

—Siento que en mi Twitter siempre hay una cosa de mucha agresión y muchas veces pensé en no usarlo más. Ahora desde un cargo oficial no contesto pero quizás la familia lo siente feo. Yo estoy acostumbrada, tengo la piel dura de cocodrilo.

—¿Cuando le dicen que toma alcohol le molesta?

—La verdad que no. Una vez me agarraron en un control de alcoholemia cuando venía de una cena... fue un vasito de vino simplemente. Me parece algo totalmente tonto cuando estamos discutiendo en el país casos de corrupción terrible, involucramientos en narcotráfico. No tendría que haber manejado, tampoco sabía que tenía un poquito más del límite. Pero ya está, ya pasó, ya fue...