Encuestas, ensayos políticos, diálogos con intendentes oficialistas y opositores, focus group y una convicción. Mientras sigue descansando en Chapadmalal, y aunque hará un “alto” hoy para visitar el programa nocturno de Mirtha Legrand, quien suele invitarla personalmente por Whatsapp, la gobernadora María Eugenia Vidal tiene en su poder los argumentos que le exhibirá al presidente Mauricio Macri con la idea de que desdoblar la elección bonaerense de la nacional es la mejor estrategia para la reelección de ambos.
La “mesa política” vidalista atesora una encuesta de una reconocida consultora de opinión pública donde se midieron los principales municipios del conurbano bonaerense, en particular aquellos donde Cristina Kirchner gana cómodamente frente al presidente. Los datos más salientes del sondeo reservado indican que, en promedio, los intendentes le suman a CFK entre cuatro y cinco puntos a nivel nacional en una elección unificada.
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Un caso, a modo de ejemplo: en Ezeiza el cacique municipal, Alejandro Granados, alcanza el 44% de intención de voto. En ese mismo distrito, la ex presidenta llega a 36%, pero con la elección unificada suma 41%.
“Es un hecho que muchos intendentes del PJ miden muy bien y, en algunos casos, tienen buenas gestiones”, admite un funcionario bonaerense de los que mira la estrategia de cerca, y agrega: “Y un punto o dos en una ciudad pequeña no es lo mismo que en La Matanza en cuanto al impacto nacional”.
El segundo argumento es de carácter cualitativo: en el vidalismo afirman que muchos de los intendentes no están convencidos del proyecto de CFK 2019 sino que “la necesitan porque mide”. En el caso de los caciques municipales de Cambiemos es unánime el apoyo al desdoblamiento, desde los históricos como Jorge Macri (Vicente López) o Ramiro Tagliaferro (Morón) hasta los del Interior. Ni hablar de los denominados Sin Tierra, aquellos que no gobierna el oficialismo: hay zonas del conurbano donde la imagen del presidente no llega al 30%.
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En ese sentido, en el comando de campaña bonaerense recuerdan con precisión la elección de 2015. Allí, Daniel Scioli le ganó a Macri en la Provincia, y Vidal obtuvo el récord de corte de boleta con 6,75%. De los 27 distritos más poblados del conurbano el presidente solo ganó en siete, cercanos a la Ciudad, en el ballottage.
El tercer argumento clave: si se desdoblan las elecciones Vidal no tendrá un rival de peso que siquiera se acerque. Siquiera Axel Kicillof, el candidato que mejor retiene el electorado cristinista. “Si no tiene a CFK arriba no mide, no tenemos nada enfrente”, argumentan en el vidalismo.
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"Si desdoblamos podemos ganar 100 municipios (hoy hay 69 de Cambiemos) y los intendentes que perdieron no tiene por qué jugar a CFK en octubre, en cambio los que ganan sí pueden jugar todo a Mauricio", confía uno de los hombres que acompaña a Vidal.
El ejemplo histórico: en 2003 Felipe Solá, como gobernador, desdobló la votación bonaerense. En ese entonces Eduardo Duhalde trabajó mucho con los intendentes para ganar con Néstor Kirchner como candidato a presidente a Carlos Menem. Y lo logró: potenció a Kirchner en el escenario del desdoblamiento. Los intendentes jugaron fuerte sin comprometer su propio distrito. Y ganaron.
