Martín Lousteau regresó ayer a Estados Unidos tras anunciar, esta semana, que dejaba su cargo como embajador. La decisión, que generó un cimbronazo en Cambiemos y causó el enojo del presidente Mauricio Macri llevó a que el líder de ECO ya no cumpla funciones como diplomático y que deba dejar la residencia oficial en Washington en cuarenta días. Igual, lo hará antes.
El plazo se lo fijó la canciller Susana Malcorra por pedido de Mauricio Macri. Lousteau tiene previsto en los próximos días buscar un jardín en la Ciudad de Buenos Aires para su hijo Gaspar, de cuatro años, y preparar su mudanza a territorio porteño.
Todo forma parte de lo mismo: su decisión de ser candidato en el distrito que comanda Horacio Rodríguez Larreta, a quien enfrentó en 2015 y casi le arrebata la jefatura de Gobierno. Y aunque el jefe de Gabinete, Marcos Peña, ya le anticipó que no habrá internas en la Ciudad, su decisión de buscar una banca en el Congreso sigue firme. Es decir que todo se encamina a que será rival de la coalición de gobierno.
Porque aunque Lousteau considera que tiene una herramienta de presión para abrir la interna en Cambiemos, por su performance en la última elección, la decisión de Mauricio Macri tampoco se revertirá. En el seno del PRO consideran que aún con el líder de ECO enfrente, el macrismo se puede garantizar sin problemas el triunfo en la Ciudad. “Con Martín adentro, nosotros calculamos una elección de más de cincuenta puntos. Pero ahora que está afuera, creemos que podremos alcanzar los cuarenta puntos”, analizó un dirigente muy importante de la plana mayor macrista.
Cómo ven el desempeño del ex embajador es el otro factor que endureció la postura del PRO en las últimas horas.
Para el entorno del Presidente, Lousteau consiguió en la última elección 23 puntos. Sacó 49%, pero en la segunda vuelta. Lo que creen es que en estas legislativas, y con el macrismo en la Casa Rosada y en la gobernación, tendrán herramientas para una elección holgada sin necesidad de su hasta ayer aliado político.
Eso no cambia, sin embargo, la decisión del ex embajador. Porque en líneas generales lo que pretende Lousteau es posicionarse como una alternativa a la dirigencia porteña del PRO en las elecciones de 2019. Y consideró, a la hora de renunciar a su cargo, que tenía que volver a marcar sus diferencias con la gestión de Larreta. El dirá que no tiene intenciones de afectar el proyecto político de Cambiemos. Pero la estrategia del PRO es, precisamente, dejar en claro que la decisión “egoísta” del ex embajador perjudica el proyecto de la coalición de gobierno. Fuentes de la Casa Rosada recordaron a PERFIL que fue en una cumbre en Olivos, a principios de año, que los gobernadores de Cambiemos acordaron con Macri no hacer internas en ninguno de los distritos “propios”. “En esta elección tenemos que consolidar Cambiemos. En 2019 estaremos en condiciones de hacer internas”, explicaron las fuentes.
Por ahora, Lousteau obtuvo el apoyo del radicalismo porteño. Pero para el macrismo, la UCR a nivel nacional no lo acompañará.