El presidente Mauricio Macri se reunió este sábado, en la última actividad de su visita de Estado a Japón, con el emperador Akihito en el palacio imperial de Tokio tras una gira de una semana por países de Asia en la que buscó consolidar las relaciones bilaterales y atraer inversiones e intensificar vínculos comerciales.
Al arrancar su último día en territorio nipón, el Presidente visitó con su comitiva el santuario Meiji, donde recibió el saludo del monje principal, Miyazaki, firmó el Libro de Honor y participó de rituales sintoístas, donde obsequió un algarrobo blanco. Cerca del mediodía, saludaron a un grupo de niños de la escuela de fútbol Boca - Japón que se acercaron hasta el la entrada principal del Hotel Palace Tokio, donde se hospedaron.
Macri y la primera dama, Juliana Awada, fueron recibidos a la tarde de Tokio (la mañana de Argentina) por los emperadores Akihito y su esposa Michiko. La comitiva especial tenía previsto tomar esta tarde el vuelo de regreso a la Argentina.
En todas las paradas de esta gira, Japón, China y Emiratos Árabes Unidos, el mandatario mantuvo encuentros con empresarios y participó de eventos relacionados con la economía con el foco puesto en atraer inversiones a la Argentina en las áreas de energía, comunicaciones infraestructura y transporte, entre otras, e incrementar el comercio bilateral con los tres países.
“Es difícil que ustedes encuentren un país, en el mundo, con la potencialidad de crecimiento que tiene la Argentina", afirmó ayer el mandatario al exponer en el Foro Económico Argentina-Japón ante un grupo de CEOs de importantes empresas niponas.