El famoso "círculo rojo", que Mauricio Macri instaló en 2013 al referirse a las presiones del poder empresario y mediático para sellar una alianza de toda la oposición y enfrentar al kirchnerismo, volvió a estar en el centro de escena a raíz de los diálogos con el líder del PRO y el del Frente Renovador, Sergio Massa. Sin embargo, se observan posiciones encontradas entre ambos espacios al explicar las razones de estas presiones.
Esta mañana Macri admitió que recibió presiones para cerrar un frente electoral conjunto con el FR. Si bien se refirió a ellos como personas "bien intencionadas" que buscan un cambio en la conducción del país, consideró que varios, "se pasaron de la raya".
"Señores yo no voy a sus fábricas a decirles qué tienen que producir, así que ustedes no me digan cómo hacer política. Hay que poner límites a los que se meten en lo que no corresponde. Ellos tienen el rol de crecer, invertir, y generar trabajo y no pueden decirle a los políticos cómo armar sus equipos", declaró Macri en radio La Red.
Fuera de la cancha. Completamente distinta fue la versión que ofreció también hoy el exministro de economía y parte del equipo de Massa, Roberto Lavagna: "El pequeño círculo que ha intentado sacar al Frente Renovador de la cancha ha fracasado", declaró.
El economista agregó que "lo peor que le puede pasar a la Argentina es que nos obliguen a elegir entre esos dos extremos", en referencia a Daniel Scioli y Macri.