Sergio Massa es el tercer socio de una alianza que muestra a Alberto Fernández y Cristina Kirchner cada vez con mayores diferencias. En este contexto de tironeos internos, el presidente de la Cámara de Diputados debió salir a buscar votos y negociar una ley que tenía resistencia propia y de la oposición.
Escuchó las distintas posiciones de los bloques opositores, trató de cumplir con el pedido de la Casa Rosada y de contener al kirchnerismo, al mismo tiempo que sondeaba al Fondo Monetario Internacional para que los cambios no afectaran el acuerdo. El proyecto de renegociación de la deuda tuvo media sanción, pero ahora el desafío será que las disputas no terminen en una ruptura del Frente de Todos.
—Finalmente consiguieron 202 votos y el acompañamiento de la oposición, que exigió cambios. ¿La media sanción la lee como un triunfo después de tantas negociaciones?
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—No viví el resultado como triunfo o derrota, mi responsabilidad era la ley, buscar acuerdos para resolver un problema que la Argentina tenía, que era un problema heredado y que, de alguna manera, nos ponía en una situación casi de incumplimiento, como lo era el pago de 19 mil millones de dólares del stand by que dejó Mauricio Macri. Lo que tenía era la responsabilidad de buscar una solución, y la solución era buscar el mayor nivel de consenso posible.
—De esos 202 votos, solo 77 fueron de legisladores del Frente de Todos ¿No son pocos y debió haber habido un mayor acompañamiento?
—En un tema tan sensible como este, aparecen los matices y las diferencias, y lo mejor es entender que cuando hablamos de unidad en la diversidad hablamos de convivir aun con el que piensa distinto. No miré este tema con la lógica de ver cuántos de uno u otro color político votaban de un lado o del otro, sino de cómo resolvíamos el tema porque en definitiva lo que teníamos era la responsabilidad de resolver el problema.
—¿Se rompe el bloque después de esta votación y con las diferencias cada vez más marcadas que hay?
—Con la misma fuerza con la que trabajé para que Argentina tuviera una ley que construyera un puente de solución al problema que teníamos que enfrentar, voy a trabajar para que cada sector del Frente de Todos siga representando esa unidad en la diversidad que representa el bloque de diputados. Aspiro a colaborar para que la unidad en la diversidad siga siendo el principio rector del Frente de Todos.
—Parece haber vínculos ya rotos dentro del oficialismo, como el de Alberto Fernández y Máximo Kirchner. ¿Cómo van a hacer para gobernar los próximos dos años?
—La clave para seguir trabajando todos juntos es agenda en mano. Nosotros tenemos un compromiso que tiene que ver con la mejora en el ingreso, la lucha contra la inflación, la inversión pública y la recuperación de la inversión privada en la Argentina. Objetivos como la generación de trabajo y mostrarle al país un proyecto de desarrollo federal. Eso supone que la agenda de generación de empleo en el sector construcción, automotor, la ley que genera en aumento de la inversión en el sector agrobioindustrial y generación de empleo son todos instrumentos que nos van a servir para seguir trabajando juntos porque, básicamente, lo que buscamos es el mejor resultado. Resolver el tema del Fondo no es un objetivo en sí mismo. Resolver el problema del Fondo es un puente para construir el piso que necesitamos para recorrer el camino del desarrollo. Ahora Argentina necesita recorrer el camino del desarrollo y derrotar la inflación.
