A diferencia de las disputas personales, como la pulseada contra los jueces o la réplica a Ricardo Darín, el debate electoral y los preparativos para los comicios del Partido Justicialista son dos temas que Cristina Kirchner delega en sus hombres de máxima confianza, el pequeño círculo que comparte los almuerzos de la Quinta de Olivos.
El hijo de la Presidenta, Máximo Kirchner, y el secretario de Legal y Técnica, Carlos "Chino" Zannini, son quienes ya comenzaron a reunir a diferentes dirigentes y hablar de nombres en las listas. Pero tienen visiones diferentes: Máximo quiere recuperar al peronismo y Zannini apuesta a aquello que considera su superación, es decir, sumar a dirigentes de otras fuerzas.
Quienes se reunieron en las últimas semanas con el hijo presidencial aseguran que Máximo comenzó a mostrar un discurso contenedor de cara a los comicios. Tiene un mensaje similar al de Néstor y ya les pidió a los diferentes funcionarios convocar a gobernadores, sindicalistas e intendentes con el objetivo de “aglutinar a todos los que quieran estar”.
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