En el Gobierno tienen en claro que en las elecciones del año próximo necesitan quedar como la primera fuerza política para aspirar a buscar un nuevo mandato, ya sea del presidente Mauricio Macri o de un sucesor. Así, la maquinaria electoral volverá a ponerse a rodar en los próximos días.
Los tradicionales “timbreos” volverán a convocar a la mayoría del espacio. “Lo importante es no perder la calle. Eso nos hizo ganar la elección”, sostuvo una calificada fuente partidaria. Antes de empezar a recorrer ciudades, la prioridad –además de la gestión– era ver quiénes serían los candidatos más aptos.
Todos fueron medidos: Macri; el jefe de Gabinete, Marcos Peña; el ministro de Interior, Rogelio Frigerio; la gobernadora de Buenos Aires, María Eugenia Vidal; hasta el ministro de Educación, Esteban Bullrich.
Peña y Frigerio se encuentran inmersos en una interna para procurar ser los sucesores de Macri. En las mediciones, Peña aventaja a Frigerio. “Levantó muchísimo el perfil desde el 10 de diciembre, mientras que el trabajo de Rogelio es mucho más de nicho”, consideraron en el partido.
Esa interna fue predicha en noviembre por varios miembros del partido. Ante el escenario de las tres victorias, en Nación, Provincia y la Ciudad, muchos referentes iban a buscar crecer. El problema que hay ahora, según varios dirigentes, es que mientras Frigerio busca utilizar la construcción política para apaciguar los ánimos del ajuste, Peña se encuentra abocado a preparar el terreno para un posible desembarco electoral propio.
La disputa entre ellos reedita el choque entre las alas políticas y comunicacionales dentro del espacio. Lo mismo sucedió durante la campaña, sólo que en vez de Frigerio, el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, era quien ocupaba dicho lugar. Desde el Congreso, el diputado nacional trabaja en consonancia con Frigerio.
Por su parte, en la Rosada salieron a desmentir la existencia de una interna entre ambos ministros y remarcaron que aún es temprano para hablar de candidaturas.
En la provincia de Buenos Aires la sorpresa fue la performance de Bullrich, quien llegó a los cuarenta puntos de imagen positiva. “Es un dirigente que todavía no tiene techo. Que las clases comenzaran en tiempo y forma fue un gran envión”, precisaron. Es uno de los nombres que podrían competir por una de las tres bancas para el Senado. Su principal competidor es Jorge Macri, quien fue el primero en anotarse para los comicios.