El intendente de General Pueyrredón, Guillermo Montenegro, no dudó en exigir que “se tendrá que explicar el contenido de las reuniones con Borinsky y Hornos”, en una entrevista exclusiva con PERFIL. Por otro lado, celebró el desembarco de Diego Santilli en la Provincia de Buenos Aires y dio el visto bueno a la candidatura presidencial de Horacio Rodríguez Larreta para 2023.
En otro momento del reportaje, le quitó seriedad a la denuncia que hizo el Gobierno de Bolivia, y acá replicó la gestión de Alberto Fernández, por contrabando de armas. “Me suena a opereta”, señaló. “Me suena raro que en un año electoral venga un planteo de estas características. Más a operación que a otra cosa”, rechazó.
—¿Qué reflexión hace de la gestión de la pandemia?
—Nosotros tomamos una decisión en Mar del Plata de que más salud, más trabajo, ver la situación sanitaria y pensar en qué era lo mejor para la Ciudad. Desde el segundo trimestre Mar del Plata llegó a tener 26% de desocupación, más que en el 2001. Nos obligó a ponernos a trabajar pensando en el comercio, las actividades, la industria. Hoy estamos por los dos dígitos de desocupación.
—¿Con el plan de vacunación más acelerado podemos pensar en un verano más parecido a la prepandemia?
—Todo hace presumir que sí, no sé específicamente enero. A nosotros lo que nos sirve es todo el año. Si vuelven a elegir Mar del Plata en algún momento por esta necesidad de estar dentro de la Argentina, vamos a preparar todo, que la gastronomía esté bien, que el espacio público, la seguridad. No pienso tanto en la temporada enero y febrero si no en todos los fines de semana.
—¿Vio alguna de las declaraciones de hoy de la vicepresidenta, Cristina Fernández de Krichner?
—Hoy no, vi los títulos nada más, que tenían que ver con el Memorándum, pero nada más.
—Es la primera vez que hace una fuerte mención al vínculo de los camaristas Borinsky y Hornos con Mauricio Macri. ¿Qué evaluación hace de las reuniones que mantenían?
—Yo creo que son poderes, ninguna reunión de por sí es espuria, hay que ver el contenido del encuentro.
—Eran encuentros con jueces claves en causas contra la principal dirigenta de la oposición…
—Que cada uno explique lo que tenga que explicar, ella tendrá que hacerlo con la causa judicial. Después se tendrá que explicar el contenido de las reuniones. La reunión en sí… yo como intendente me junté con fiscales y jueces, no me parece algo que de por sí sea malo.
—Se resolvió una interna muy reñida en el PRO. ¿Cómo vio esta disputa entre ambos sectores?
—Hay que tener claro que nosotros somos parte de un proyecto de país que tiene que ver con el trabajo y la producción. A la selección de candidatos hay que quitarle dramatismo, creo que lo importante de un proyecto político como el nuestro es pensar en la gente, ver las necesidades. Hay que tener en claro que nadie pensaba que íbamos a seguir juntos después del 2019 y se mantuvo la unidad. Eso fue clave.
—Pero el dramatismo también vino de los propios dirigentes, recuerdo cuando un sector decía que la candidatura de Santilli “era un capricho de Larreta, que los candidatos en Provincia no se imponen desde Capital”.
—No le inculco dramatismo ni mucho menos, son opiniones personales que puede volcar cada uno. Mi preocupación es el proyecto de país y en lo personal mi ciudad, gestionar para todos los marplatenses. Yo soy producto de una interna con la UCR después gané las elecciones y trabajamos todos juntos con el radicalismo, parte del peronismo. Lo importante es tener en claro que una selección de candidatos no te genera tu motivación principal.
—¿Cómo vio la decisión de María Eugenia Vidal de dejar la Provincia y ser candidata por la Ciudad?
—No tiene que ver con un lugar. Ella toma una decisión personal que no afecta al proyecto, el país es uno solo. Esto va más allá de María Eugenia, de Montenegro, es una decisión personal. No tengo ninguna duda de su capacidad de gestión. Y que ella hoy vaya al Congreso de la Nación a dar discusiones como las que se vienen, está es una de las elecciones de medio término más importantes desde la vuelta de la democracia.
—¿Y las críticas que recibió de parte de miembros del espacio por dejar la Provincia?
—Acá uno no deja la provincia, ni agarra la Ciudad. Se defiende un proyecto más importante que es la gente, el país. No tiene que ver con Capital, Provincia, Chaco, Mar del Plata. Estamos hablando de la Argentina y la problemática que atraviesa nuestro país y cómo tenemos la responsabilidad de llevar adelante una solución.
—¿Coincide con la visión de que estamos a siete diputados de ser Venezuela?
—Sí. No sé si ser Venezuela de un día para el otro. Sí a que haya una toma de decisiones que no sea discutida. No es que por ganar una elección por tres puntos podés hacer lo que quieras, con el Ministerio Público Fiscal (MPF), por ejemplo. Cuando nace el MPF, como casi cuarto poder, es una decisión que se toma desde la Constitución. Tenemos que ser muy cautos y cuidadosos con lo que defendemos, muchas de las cuestiones nos llevan a un lugar que la Argentina no merece ir.
—¿No es demasiado exagerado decir que el resultado de una elección democrática nos va a llevar a un régimen autoritario como el de Venezuela? Muchos dirigentes de su espacio incluso hablan de "Argenzuela".
—Cada uno que se haga cargo de lo que dice. A mi lo que más ruido me hace es la modificación del MPF. Eso sí son instituciones que se modifica algo que tiene que ver con la acusación.
—En 2017 el Gobierno de Cambiemos defendió una modificación muy similar en el Congreso.
—Sí, pero no la modificación de las mayorías para designar al procurador. Siempre el procurador cuando asumió el Presidente presentaba la renuncia. Era entendible que el Presidente pusiera en ese lugar a alguien para el manejo de la política criminal, no de la política.
—¿Y el actual procurador Casal por qué no lo hace?
—Por defensa de las instituciones.
—¿Pero esa no podría ser una interpretación propia y demasiado subjetiva?
—Vos estás comparando una persona como Casal que tiene 45, 50 años en tribunales y viene ocupando todos los cargos judiciales desde los 20 años con una cuestión política. Si hay alguien que está alejado de la política es Casal.
—Asumió sin acuerdo del Senado…
—Está claro que hubo un quiebre cuando en su momento no presentó la renuncia la procuradora que estaba cuando asumió el Gobierno de Cambiemos, Alejandra Gils Carbó. Era siempre costumbre que el procurador presentara la renuncia.
—¿Cómo lo ve a Rafecas para el cargo?
—Tengo un respeto profesional por él y un conocimiento personal. Fuimos jueces federales juntos, estudiamos juntos y preparamos cursos. Entiendo que es una persona muy preparada que volcó toda su vida en lo que tiene que ver con la tarea judicial y merece mucho respeto de mi parte. Para mi sería un buen procurador.
—¿Cómo está su vínculo con el gobernador?
—Yo no me enojo con él, defiendo mi Ciudad. No es una discusión ni política ni personal. Cuando veo que algo puede afectar a mi Ciudad me enoja y lo planteo. Cuando se hacen las cosas bien también. El Hospital Modular que hicimos juntos, cuando se trabajó en una primera etapa de la pandemia, muy bien.
—¿Qué le pareció el Plan de Vacunación?
—Si vos me decís, yo quiero un millón de vacunas de una semana para la otra porque soy intendente de está Ciudad y quiero a todos los marplatenses vacunados. Ahora pido que venga la segunda dosis lo más rápido posible. Entiendo que esto es una problemática que tiene que ver en todo el mundo, con conseguir las vacunas, la distribución y logística. Pero siempre voy a pedir más por mi Ciudad.
—¿Cómo lo ve a Santilli en la Provincia?
—Tengo una relación de muchos años de trabajar juntos. Diego es una persona de muchísima capacidad y no tengo ninguna duda de que le va a hacer muy bien a la Provincia. Sé la capacidad de laburo, sé cómo trabaja y es muy bueno. Esto es bueno para todos. Su especialidad, que es la seguridad, es muy importante para la Provincia.
—¿Cómo ve este reacomodamiento del PRO con Rodríguez Larreta a la cabeza?
—Yo soy parte del espacio. Trabajo con Horacio y creo que es un dirigente importante a nivel nacional de Juntos por el Cambio. Es muy importante el trabajo que está haciendo. Yo fui ministro cuando él era jefe de Gabinete. Sé de su capacidad de laburo. No tengo ninguna duda de que es importante para el espacio. Hablo permanentemente con él.
—¿Le gustaría verlo Presidente?
—Sí, por supuesto no tengo ninguna duda. Creo que sería bueno para la Argentina que una persona de su capacidad esté a cargo de la Presidencia.
—¿Qué le despertó la denuncia del Gobierno boliviano por contrabando de armas?
—Me suena a operación. No termino de entender el objetivo, creo que había quedado clara la posición del Gobierno argentino recibiendo ministros del Gobierno de Morales dentro de la embajada argentina. Para mi no tiene ni pie ni cabeza que el Gobierno argentino haya participado de un golpe de Estado.
—Dadas las pruebas y la seriedad de la denuncia ¿no merece una mayor reflexión?
—Que se investigue, no tengo problema. Pero si vos me preguntás mi sensación… es muy raro que todo el Gobierno, que da asilo… Me suena raro que en un año electoral venga un planteo de estas características. Más a operación que a otra cosa.