Tras un debate maratónico, la Cámara de Diputados le otorgó hoy media sanción y giró al Senado el proyecto de despenalización del aborto. Con 129 votos a favor, 125 en contra y una abstención, se logró la aprobación en general del proyecto, y luego la discusión continuó con el tratamiento en particular del articulado.
No obstante, en un primer momento se había arrojado el resultado 131 sufragios a a favor y 123 en contra, mientras varios de los presentes pidieron corroborar su voto y afirmaban que cinco de los legisladores querían modificarlo. Finalmente, se certificó que los diputados por la provincia de Santiago del Estero Estela Mary Neder y Hugo Infante habían votado en contra pero aparecía a favor, dejando como resultado definitivo 129 a 125.
Una vez el presidente de la Cámara de Diputados Emilio Monzó dio por cerrada la votación, solicitó visiblemente molesto: "Por favor de vuelta el festejo no, comencemos". En ese momento se llevaban ya 23 horas de sesión y la tensión aún se podía sentir en el recinto.
Fue entonces cuando pidió la palabra la diputada Elisa Carrió y varios de sus compañeros empezaron a levantar la voz, momento en el que el presidente de la Cámara baja volvió, más irritado, a pedir silencio y "paciencia". Luego, le cedió la palabra a Daniel Lipovetzky.
Un minuto después de la 10 de la mañana, Monzó debió detener la intervención de Lipovetzky porque le reclamaron que hubiese un nuevo recuento de los votos. Fue en ese momento cuando se le terminó la paciencia que él mismo pedía: "Son dos votos, matemática, no altera la votación diputado (Javier) Pretto. A las 10 de la mañana si usted necesita con dos votos resultado final estamos jodiendo", sentenció.
