A siete años del accidente que le cambió la vida, María Luján Rey, emblema del grupo de familiares que lideró el pedido justicia y logró llevar hasta el banquillo de los acusados a Julio de Vido, dialogó con PERFIL sobre las responsabilidades políticas y empresarias de la tragedia. La madre de Lucas Menghini ponderó las mejoras en el Tren Sarmiento tras el accidente: “Tuvo que ocurrir la tragedia de Once para que mejorara el servicio de trenes”, denunció.
—¿Cómo se encuentra hoy el servicio de trenes?
—Estamos mejor. Se han ido haciendo obras porque no hay un uso político como había durante el gobierno de Cristina Kirchner. Se inició el soterramiento y pronto tendremos instalados los frenos automáticos (ATS). Estamos convencidos de que si hoy se viaja un poco mejor tiene que ver por la lucha que llevamos adelante durante años. Podríamos haber enterrado 52 muertos y seguir viajando en los mismos trenes.
—Los gremios denuncian que la instalación del sistema de frenado automático está detenido...
—Tenemos la palabra de la Administración de Infraestructuras Ferroviarias, responsables de la obra. Nos dieron el compromiso de que para fines de 2019 se terminarán de poner los frenos, los mismos que hubieran evitado la tragedia.
Las imágenes más conmovedoras de la Tragedia de Once
—¿Y sobre los trabajos en el soterramiento paralizados en Liniers?
—Por lo que nos informaron, no se va a cambiar la fecha de finalización prevista para fines de 2022, más allá de la coyuntura económica. La ralentización no estaría cambiando los planes, esperamos que se pueda reactivar pronto porque es una obra clave.
—¿Por qué Cristina Kirchner no priorizó los trenes?
—Cuando crées que la política es un medio para enriquecerte y no una herramienta para trabajar por los otros, cuando te faltan los valores que son necesarios para ocupar un cargo público, suceden estas tragedias.
—¿Se podría haber evitado la tragedia de Once?
—Once se podría haber evitado tan solo con que los trenes hubieran tenido el sistema de frenado en condiciones. Representaba el 3% de los millones de pesos que el Estado les dio a los Cirigliano –como dueños de la empresa concesionaria TBA, y gracias a la política de subsidios manejada discrecionalmente por De Vido, los hermanos Claudio y Sergio Cirigliano fueron los empresarios del transporte más beneficiados durante el kirchnerismo– y que decidió no controlar. La codicia, la ambición desmedida, la desidia y la falta de empatía del gobierno anterior con el otro, del laburante que se sube al tren todos los días para sacar el país adelante, nos llevó a la tragedia.