Si hay algo en lo que actualmente coinciden las principales encuestas es en la imagen positiva del presidente Alberto Fernández que apenas anunciada la “cuarentena obligatoria” -allá por marzo-, alcanzaba niveles cercanos al 90% según la mayoría de estos sondeos.
Hoy esos niveles no están. En el marco de la crisis, la resistencia del Presidente respecto a la demanda social de un gesto de la clase política en colaboración con lo económico, encendió la mecha de una bronca que culminó en el primer cacerolazo contra el Gobierno.
Para sorpresa de muchos, el aislamiento obligatorio no tuvo efecto mitigador alguno y el cacerolazo registró participaciones desde distintos puntos del país, valiéndose además de la conectividad brindada por las redes sociales. Luego salió a escena la liberación de presos por riesgo de Covid-19 que mandó a De Vido y Boudou a sus casas y entonces nuevamente sonaron cacerolas.
La bronca de la gente impactó directamente en la imagen del Presidente.
De acuerdo al último sondeo de Políticos En Redes, -a cargo de Nicolás Morales- Fernández registra actualmente 54% de sentimiento positivo en los usuarios de las redes sociales, contra 30,6% de negativo. Una marca sin duda envidiable para cualquier dirigente pero sobre la cual vale aclarar la evidente pérdida de afinidad registrada en los últimos 30 días, promedio de 8 puntos dependiendo de la plataforma en cuestión: Instagram, Twitter o Facebook.
En Instagram el balance es muy favorable para el Presidente. El sentimiento positivo está presente en el 58% de los usuarios que lo mencionan, y registra apenas 17% negativo. Instagram es al momento la red más amigable, aunque expone una pérdida de 7 puntos de afinidad respecto a la misma medición realizada un mes atrás.
En Instagram el tema de la liberación de los presos no llega a impactar negativamente, y el tratamiento de la pandemia no se percibe sólo como algo positivo, dividiendo opiniones y generando reclamos para la apertura del confinamiento.
Respecto a Twitter Alberto debería estar más tranquilo. Si bien el sentimiento positivo hacia su figura cayó 9 puntos en los últimos 30 días, aún cosecha 65% de afinidad en los usuarios que lo mencionan.
Pese a que Twitter es la red menos representativa de Argentina -con apenas 5 millones de cuentas activas- en su última entrevista el Presidente habló de las redes sociales y manifestó cierto malestar sobre esta plataforma: “en Twitter es facilísimo opinar” dijo.
Posiblemente los datos aquí expresados den lugar para pensar que al presidente lo que realmente le molesta es la injerencia que tiene esta red en el círculo rojo y la capacidad de organización que encuentran sus usuarios coordinando cacerolazos. Usuarios con la capacidad de manifestarse sin caer en las trampas de los agitadores de turno -esos comúnmente llamados trolls- que con algunas convocatorias, aparecieron tratando de llevar agua para su molino. En esa, la gente no se enganchó.
En Facebook, el sentimiento positivo hacia el Presidente está prácticamente empatado con el negativo - 38,4% positivo / 38,3% negativo- y tiene al tema de las cárceles y la salida de los presos como principal protagonista, seguido por la problemática económica y la falta de trabajo que provoca el confinamiento. El descontento de los usuarios respecto a estos temas lejos está de provocar el repudio hacia Fernández, aunque igualmente no dudan en trasmitírselo a través de la plataforma.
Una nueva normalidad viene asomando y la pandemia deja de ser el único tema de nuestra agenda. Hasta aquí la sociedad le brindó su apoyo al Presidente dejando en claro también que, cuando la inoperancia se vuelva evidente y el escenario se llene de ausentes, la más dura oposición será la gente.
(*) El autor de esta columna es asesor en comunicación, consultor en analítica y métricas de comunicación digital, y fundador de Políticos En Redes. En Twitter: @GuillermoVagni
