Abrumadora mayoría de varones, ex CEOs en uno de cada tres puestos y un alto nivel educativo. Así se compone el gabinete ampliadísimo de Mauricio Macri. Y algo más: decenas de familiares de funcionarios designados, con trayectorias y experiencias muy disímiles. El caso más reciente fue el ascenso de la hermana del ministro de Trabajo, Jorge Triaca: tras dos años como asesora del Banco Nación, la contadora Mariana Triaca alcanzó el cargo de directora.
Según un estudio del Observatorio de las Elites Argentinas en el Instituto de Altos Estudios Sociales (Unsam), sólo el 22% de los principales funcionarios (384, entre ministros, secretarios y subsecretarios) son mujeres. El 75% a su vez tiene algún título universitario, y el 42% un posgrado; y los CEOs representan el 31,3% de los puestos jerárquicos.
Si bien se empezaron a realizar algunos concursos para los nombramientos técnicos más altos, por ahora rige el criterio de la confianza para las designaciones. Así fue elegido el 97% de esa franja estatal, según un relevamiento de Cippec y la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP).
Consultado sobre el tema, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, aseguró que “lo importante es la capacitación y los méritos para el cargo político”. “Esto no es como cuando los funcionarios políticos metían amigos o parientes a la planta pública”, agregó en un evento ante 350 empresarios. No todos en Cambiemos coinciden, y creen que más allá de las diferencias, es necesario mostrarse distintos en algo que ellos mismos criticaron.
