Pablo Avelluto, sobre el INCAA: "Es un papelón que en tres años no hayan hecho nada"
En caso de no modificarse una legislación de 2017 la principal fuente de financiamiento del INCAA quedaría suspendida. Cómo se financia el Instituto y qué dicen los especialistas.
REPORTAJE DE FONTEVECCHIA A PABLO AVELLUTO |
MARCELO DUBINI
Una vez más el Instituto Nacional del Cine y las Artes Audiovisuales (INCAA) quedó en el centro de la disputa, luego de los reclamos de cineastas por la salida del director Luis Puenzo. Esto generó un nuevo debate sobre cómo se financia este ente autárquico que apunta a impulsar la producción nacional de cine.
Luis Puenzo señaló esta miércoles, en diálogo con Modo Fontevecchia: “El cine es una actividad muy privilegiada con respecto al resto de las actividades culturales, tenemos que cuidarlo pero no alcanzan los fondos para atender esta industria tan potente integrada por miles de personas”.
Para 2022 el INCAA tiene un presupuesto de 6.364.927.480 de pesos, según la resolución 2022-25 que firmó Luis Puenzo en enero de este año. Esta cifra presupuestaria es mayor incluso a la de la Jefatura de Gabinete.
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Los reclamos en el INCAA terminaron con el despido de Luis Puenzo
El eje de la polémica que terminó con la salida de Puenzo de la jefatura del INCAA estuvo en el financiamiento y en la subejecución del presupuesto. La legislación vigente termina en diciembre de este año con el Fondo de Financiamiento Cinematográfico (el FFC), la principal fuente de financiamiento del INCAA que funciona como un ente autárquico.
El FFC se compone, según la ley 17.741, con lo recaudado con el 10% del precio de la entrada del cine, otro 10% de la venta de videogramas grabados y el 25% de lo que recauda el Ente Nacional de Comunicaciones de los servicios de televisión por cable en todo el país. Generalmente, entre el 15 y el 20% del financiamiento llega de parte del Tesoro Nacional, sin embargo, para 2022 no está publicado el detalle aún.
Es por esto, que las distintas organizaciones culturales y de cineastas insisten en la importancia de prorrogar la existencia del FFC. De este fondo sale la mayo parte del financiamiento, y recauda el dinero que se destina a la producción del cine argentino.
El riesgo básicamente se explica en que la ley que se aprobó en 2017 fija diciembre de 2022, como fecha tope para el funcionamiento del FFC. “El papelón es que en tres años no hicieron nada y se acuerdan ocho meses antes”, señaló el ministro de Cultura de aquel entonces, Pablo Avelluto a PERFIL.
Sobre la decisión de fijar esa fecha en la ley que se aprobó en 2017, comentó que “se hizo por una cuestión formal, no puede haber fondo específico al infinitum, sin ningún tipo de plazo”. Para modificar esto, hay un proyecto de ley que lleva la fecha de vencimiento a diciembre de 2072, que presentó el diputado por Córdoba Pablo Carro (Frente de Todos).
A su vez, Aníbal Garisto, director y productor cinematográfico y miembro de la Asociación Nacional de cine RDI, contó a este medio que en caso de no se prorrogue se va a afectar “directamente a los institutos de cine, teatro, música y a las bibliotecas populares” y esto “pone en riesgo más de 700 mil puestos de trabajo”.
El Presidente firmó la salida de Puenzo del INCAA luego de los reclamos
Con el FFC, “el cine se mantiene a sí mismo, no se paga con los impuestos de los ciudadanos”, señaló Garisto. “Desde 1994 hasta el momento la industria no paró de crecer, de generar puestos de trabajo”.
Sin embargo, Avelluto coincidió, en parte, con este planteo: “Se lo debe prorrogar y ojalá se lo haga en el marco de discutir el financiamiento del cine”. Igualmente intentó llevar tranquilidad y dijo que si no se hace, no es que desaparece el dinero, va al Estado nacional y de ahí se lo da al Instituto, en todo caso le agrega una parada burocrática más”.
“El papelón es que en tres años no hicieron nada y se acuerdan ocho meses antes”, Pablo Avelluto
“Es un fondo que sale del propio movimiento económico que genera el cine”, explicó a PERFIL Fernando Krichmar, miembro de la organización Documentalistas de Argentina y director de cine. Esto sirve para sostener la pequeña, la mediana y la gran industria. “Últimamente todo marchó a beneficiar a las más grandes. Pero este fondo es virtuoso porque estimula una actividad económica que genera miles de puestos de trabajo”, agregó.
El INCAA funciona como un ente que depende del Ministerio de Cultura, a cargo de Tristán Bauer, pero es autárquico. Esto implica que las decisiones no dependen del Gobierno de turno, pero es parte del Estado nacional.
