Leonardo D'Espósito, crítico de cine, fue entrevistado por Jorge Fontevecchia, en Radio Perfil para hablar sobre las dificultades del cine argentino, en el marco del conflicto con el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA).
¿Qué pasó ayer en el INCAA?
Ahí hay una interna complicada generada por la burocracia. Los puntos clave son el financiamiento del cine argentino y la crisis del sistema audiovisual argentino. En los dos años de pandemia, prácticamente nadie fue al cine ya que no hubo exhibición cinematográfica. Después de 2021, eso se recuperó a medias, no hubo una política adecuada ante una situación excepcional. Además, la crisis se agravó a nivel global cuando se intensificaron los cambios en los hábitos de consumo. La gente ve más películas en su casa y no va al cine, en principio, por la aparición de las plataformas (Netflix, Amazon, HBO) que se quedan con los derechos de copyright.
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Cuando se hace una película o una serie, ellos deciden si se ve o no y el productor solo recibe el dinero de la compra o el presupuesto que le otorgaron. Después están las producciones independientes que se hacen con poco dinero y que dependían mucho del INCAA. Pero el tema con el subsidio es el tope, que siempre fue de 800.000 mil dólares, desde la ley que existe en 1995. Cada vez que se actualizaba ese monto era porque el dólar subía y el gobierno no lo quería admitir. Los insumos son todos en dólares, salvo los salarios mientras que las películas más artesanales ya no alcanzan a cubrir esos costos.
Eso también genera una crisis, una paradoja de un sector con mucho empleo pero con productores que no pueden producir lo que quieren, porque no les alcanza con lo que la ley les debería dar.
Mucha gente no sabe que esos subsidios que se dan al cine argentino salen del impuesto en el costo de las entradas de cine, ¿está previsto que este gravamen se traslade a las plataformas de streaming de películas?
El impuesto tiene dos caras, una es el de la entrada de cine, que es el 10% de cada ticket que se vende la Argentina. El INCAA, para recaudar más, permitía que un gran tanque de Hollywood se estrenara en 800 pantallas (cuando tenemos 1.000) para que les entrase más plata para el Fondo de Fomento. El problema es que las películas argentinas no tenían espacio para poder ser vistas y no generaban público. El cine argentino no tiene público porque no se lo creó.
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Hay otro impuesto que es que se le cobra a todos los medios audiovisuales por pasar películas y se extiende a las plataformas virtuales. Ahí hay una discusión, si hay que cobrar un canon extra a las plataformas. El 75% del Fondo de Fomento Cinematográfico proviene del Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM), ya no de las entradas de cine. Nunca se financió con el IVA de la polenta.
¿Los problemas son económicos?
El más grave es que vos no tenés público para el producto que tenés que subsidiar. Hay que crear una industria argentina o dejar que se encarguen exclusivamente las plataformas. Si vos no tenés un INCAA financiado, no es que no vas a tener un cine, pero lo van a manejar los actores privados.