Sindicatos portuarios y camioneros autoconvocados paralizaron con medidas de fuerza las operaciones en los puertos de Quequén, Necochea y Bahía Blanca, interrumpiendo las exportaciones de cereales y amenazando el ingreso de divisas. Las protestas suceden justo en momentos en que los complejos portuarios del sur de la provincia de Buenos Aires registraba un fuerte aumento de la actividad.
La Federación de Estibadores Portuarios Argentinos (FEPA), decidió un paro de actividades de 48 horas, que concluiría a las 24 de hoy. Esa medida bloqueó la carga de buques y en algunas terminales la recepción y descarga de camiones, ya que hay operarios del FEPA también en esas actividades.
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A la vez, un grupo de Camioneros Autoconvocados bloqueó la entrada y el movimiento de camiones en torno de los puertos del sur de la provincia. “Estamos reclamando que la tarifa con la que nos pagan nuestro trabajo quede fija. Pedimos que el Ministerio de Transporte resuelva que la tarifa quede única y deje de ser de referencia como es en este momento”, afirmó José María Garavento, vicepresidente de la Asociación Civil Fleteros Autoconvocados Unidos.
Como si eso fuese poco, el Sindicato Único de Portuarios Argentinos (SUPA) inició una medida de fuerza que afectaba el puerto de Bahía Blanca. Según los especialistas, recién el lunes podrían volver a operar los tres puertos.
Los puertos de Buenos Aires tienen más actividad por la bajante del Paraná
Más actividad. Las terminales portuarias suspendieron ayer los cupos de carga. Según datos del puerto de Bahía Blanca, en las últimas semanas hubo un aumento del 46% en el ingreso de camiones con respecto a igual período del año pasado. El aumento en Necochea superó el 100%, según un informe de “Williams Entregas”, citado por la publicación Agrofy.
En junio arribaron 132.730 camiones en los puertos, fábricas y molinos de las zonas de Rosario, Buenos Aires, Bahía Blanca y Necochea. El maíz fue el producto que más se entregó con un 45,4% de lo que arribó.
La baja del calado del río Paraná retrasó las operaciones de embarque, aumentó los costos de flete y obligó a los buques a partir con menor carga de los puertos de la zona de Rosario o directamente a buscarla en otros puertos, adonde los productores la envían por camión.
Por eso, los puertos del sur bonaerense cobraron relevancia: entre el 3 de mayo y el 18 de julio las cargas promedio por buque pasaron de 21.500 a 26.300 toneladas.