Paso a paso Patricia Bullrich va profundizando su diagnóstico sobre el estado de situación del ministerio y las fuerzas de seguridad, con las que tiene el desafío de librar la batalla que el Gobierno planteó contra el narcotráfico. “Sabemos que estamos en tierras movedizas”, reconoció la ministra ante PERFIL.
Después de la novela de la triple fuga, que la tuvo en vilo durante quince días y por la que llegó a poner su renuncia a disposición, esta semana se conoció el decreto que declara la emergencia en seguridad.
—¿Cuál es su objetivo de mínima?
—Una mayor protección de la sociedad en lo que es la entrada de drogas. No tenemos el dato estadístico que nos diga de dónde partimos. Sabemos cuánto se incauta, pero no sobre cuánto que entra. El decreto nos permite tener un mayor control de las fronteras, con fuerte impronta en el norte. Hay otras vías de entrada. Las drogas de diseño entran mucho por el correo. Y hay mucha circulación de droga que entra por lanchas, camiones, jeeps.
—¿Cree que hubo desidia o complicidad en los funcionarios anteriores?
—Hubo un sector del Gobierno que tuvo conductas de total permisividad. Por eso entró la efedrina como entró. Ahora vamos a entrar a los territorios en los que creemos que simbólicamente la narco- organización tiene más poder que el Estado.
—Pero los jefes viven en countries, barrios cerrados.
—Por supuesto. Y vamos a enviar al Congreso una ley muy fuerte de decomiso anticipado y extinción de dominio. Les vamos a sacar el dinero, donde estén: Puerto Madero, Nordelta u Orán. Es gente que tiene propiedades, yates, aviones. No es una cuestión social.
—¿Cree, con lo que se vio en la triple fuga, que las fuerzas de seguridad están preparadas para el desafío?
—Los sectores que no estén a la altura o sean cómplices no van a estar.
—¿Hay sectores de las fuerzas en los que confíe?
—Totalmente. Hay sectores en las cuatro fuerzas en los que podemos confiar plenamente. También tuvimos mucho debilitamiento: a la Gendarmería le bajaron la formación de un año a cuatro meses. Acá encontramos cosas insólitas: la base de Interpol no estaba conectada a Migraciones. ¿Qué información podían constatar cuando pedían el pasaporte?
—Habla de radarizar. ¿Hay un presupuesto estimado?
—Cada vez cuesta menos. Hay mucha tecnología que no se estaba usando y que es bastante más barata: aviones con radares móviles, drones.
—¿El paquete de proyectos incluye el de crear una agencia federal al estilo FBI?
—Al traspasar la Policía a la Ciudad, nuestra idea es que la Federal tome un carácter distinto al que tenía hasta ahora, y que en las otras fuerzas haya grupos de élite especializados en este combate. El ministerio, al no tener un trabajo directo sobre una ciudad, se está reconvirtiendo en un cuerpo más dedicado al crimen organizado y los delitos federales.
—Hay rumores de internas con Eugenio Burzaco (su segundo).
—La verdad que me llevo bárbaro. Nos complementamos muy bien. Hemos armado un solo equipo que está totalmente integrado.
—Ya presentó la renuncia a Macri una vez y hay quienes dicen que usted es un fusible de este gabinete.
—Si uno le da información errónea al Presidente, es necesario decir “si me equivoqué, pago mi error”. Tuvimos un aprendizaje y sabemos que nos movemos en tierras movedizas. Creo que así se entendió y vamos a mejorar. Igualmente, en definitiva, los tres prófugos están presos. El objetivo se logró.
La polémica por los derribos
Con el decreto de emergencia, el Gobierno levantó el secreto militar de las Reglas de Empeñamiento para la Defensa Aeroespacial, que había dictado en nueve ocasiones el kirchnerismo. Permiten el uso de aviones de la Fuerza Aérea para la interceptación de vuelos ilegales. El manual autoriza el uso de la fuerza y eventual derribo de vuelos “hostiles”.
—Se criticó que el derribo es una pena de muerte sin juicio.
—El objetivo, en primer lugar, es la disuasión. Que el avión no venga, porque sabe que lo van a ir a buscar. En segundo lugar, la interceptación y búsqueda, porque lo que nosotros queremos es que el avión baje. Ahora, si te atacan, te tenés que poder defender.
—¿Hay aviones preparados para eso?
—Tenemos Pucarás que están en condiciones, sobre todo porque esos vuelos son con avionetas.
—¿No viola la Ley de Seguridad Interior?
—Desde nuestro punto de vista, no. Fuerza Aérea hace una tarea de apoyatura: acompaña el avión y lo entrega a Gendarmería.
A fin de mes presentan el protocolo antipiquetes
A menos de diez días de la asunción de Mauricio Macri, el Gobierno anunció la redacción de un “protocolo de protesta social”. El objetivo es homologar los criterios de intervención ante los piquetes, de manera que se eviten los cortes totales y se garantice la libre circulación. Como contrapartida, el Gobierno proveería los medios para la visibilización de la protesta.
—¿En qué situación está el protocolo?
—En enero siempre hay menos piquetes, así que priorizamos el trabajo sobre el decreto de emergencia. Ahora lo retomamos y seguramente terminaremos para fin de mes.
—¿Tuvieron coincidencias con las provincias?
—Cuando lo planteamos en la reunión del Consejo de Seguridad Interior, todas se mostraron con mucha voluntad de adherir. Muchas provincias se venían viendo forzadas a una actitud de mucha pasividad como la que tuvo el gobierno anterior, pero esa pasividad genera mucho malestar en la sociedad, sobre todo cuando lo que podés hacer en media hora te toma cinco. Entonces tenés ciudades tomadas, cortes de ruta. Nosotros creemos que hay una voluntad de cambio de paradigma.
—¿No se corre riesgo de que sea una carta de buenas intenciones?
—En la experiencia que tuvimos en Ezeiza ya aplicamos una idea, un paradigma nuevo: la autopista a Ezeiza no se corta. Ahora la Ciudad de Buenos Aires va a tener el máximo desafío, pero vamos a trabajar para que empiece a cambiar la cultura de que todos los días tenemos todo cortado.
Campagnoli se acerca
El fiscal José María Campagnoli está negociando para incorporarse como funcionario al gobierno de Cambiemos. Cercano a Elisa Carrió, el fiscal saltó a la fama cuando mantuvo un fuerte enfrentamiento con el kirchnerismo, justo después de investigar al empresario Lázaro Báez.
“Hemos tenido conversaciones con él, pero no queremos anunciarlo hasta no tener una charla final y definitiva sobre la tarea que asumiría”, reconoció Patricia Bullrich ante PERFIL.
“Estamos trabajando en una unidad especial de búsqueda de prófugos, pero no quiero dar por hecho algo que no está”, explicó. Pero de todas formas, aclaró que les “interesa la persona y su experiencia”. “Todavía no hay una decisión tomada”, insistió la ministra de Seguridad.