“No se enojen si queda gente afuera en las listas”. Las palabras de la gobernadora María Eugenia Vidal, el miércoles a la tarde en La Plata ante su gabinete presuponían lo que finalmente ocurrió: un cierre de boletas con tensión y enfrentamientos entre Nación y Provincia, pero también en la Ciudad. Incluso, el “ala política” no cosechó lo que se esperaba.
Ayer, Vidal suspendió su agenda y se centró en intentar alcanzar un consenso en las listas. El miércoles, pero hacia la tarde noche, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y su par bonaerense, Federico Salvai, no se habían podido poner de acuerdo sobre la integración de las listas. En la Ciudad, ese mismo día en Casa Rosada Horacio Rodríguez Larreta y el vicejefe Diego Santilli lograban que Guadalupe Tagliaferri (ministra porteña y discípula de Vidal) pase todos los filtros para acompañar a Martín Lousteau en la lista de senadores. El problema seguía en la boleta de legisladores.
El jueves siguieron las conversaciones entre dirigentes, funcionarios y diputados. En esos diálogos se fueron consolidando candidatos: se ratificó a Cristian Ritondo al frente de la lista de diputados nacionales (Vidal se enfureció como pocas veces con la posibilidad de que no encabece), se sumó María Luján Rey (que en pleno desconcierto no se terminaba de definir si iba como legisladora provincial pero terminó detrás de Ritondo). En la boleta de legisladores provinciales la pelea era, al cierre de esta edición, a los gritos: intendentes enojados, promesas incumplidas y poco espacio.
El primer herido es Daniel Angelici. El “Tano” se quedó sin un diputado nacional tras el veto presidencial a Daniel Lipovetsky.
Insólitamente Macri argumentó que no le gustaba cómo defendía al Gobierno en los medios. Angelici peleaba en estas horas por dos diputados provinciales pero podría quedarse con solo uno, e intentaba que Martín Ocampo, el ex ministro de Seguridad porteño, sea legislador nuevamente.
A Miguel Pichetto tampoco le fue bien. Metería un solo diputado provincial (y no dos) y, al cierre de esta edición, cerró el desembarco del ex aliado de José Luis Espert, Alberto Asseff, como diputado nacional en la Provincia. En tanto, Emilio Monzó se quedó sin legisladores provinciales.
Por su parte, Rogelio Frigerio fue marginado del armado de listas en el área Metropolitana. En el Interior tomó fuerza que entren para diputados su sobrino, Federico Frigerio (Tierra del Fuego); su ex secretario de Vivienda, Domingo Amaya (Tucumán); Ignacio Torres (Chubut) y Felipe Alvarez (La Rioja).
Amaya y Álvarez son de los pocos peronistas que encabezan boletas.
Cruces en las provincias
La tensión del cierre de listas sigue abierta dentro de la alianza oficialista en diferentes provincias, como por ejemplo Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos. Además, se confirmó que habrá internas para las categorías legislativas en distintos distritos, como San Luis y Misiones donde radicales y macristas no pudieron llegar a un entendimiento.
En Córdoba, el problema está con Luis Juez, que está pidiendo un lugar en la lista de diputados para alguien de su espacio en un lugar expectante, pero los socios no quieren ceder. La decisión de Cambiemos a nivel nacional es que las fuerzas renueven las bancas que ponen en juego. Por eso, el radicalismo y el PRO tienen los cuatro primeros lugares (encabeza Mario Negri) y Elisa Carrió el quinto. Aspiran a renovar esos cinco diputados.
En Santa Fe, Federico Angelini, del PRO, iría como cabeza de lista, seguido de dos dirigentes del radicalismo. Ahí la tensión es con Carrió, que pide el tercer lugar. En la UCR, en tanto, no descartan competir en internas, con José Corral a la cabeza, si no se llega a un acuerdo. En Entre Ríos, el PRO asegura que había un acuerdo para que Alfredo De Angeli sea candidato a senador, luego de que el radical Atilio Benedetti fuera el candidato a gobernador. Sin embargo, ese entendimiento se rompió y Benedetti ahora insiste con postularse al Senado. Va de la mano de un reclamo radical para agrandar su representación.