Según documentos a los que accedió PERFIL, el fiscal federal electoral Jorge Di Lello cuenta con un informe de la Procuraduría de Lavado de Activos (Procelac) que sostiene que “los responsables económicos” de esas tres campañas “no se habrían adecuado a los procedimientos previstos por la Ley 25.246”, la norma que castiga el encubrimiento y el blanqueo de dinero de origen ilícito.
Por eso, Di Lello solicitó ahora al Cuerpo de Auditores Contables de la Cámara Electoral que remita “todos los informes que hayan realizado hasta el momento en relación con las campañas electorales de orden nacional celebradas durante 2015” de esas fuerzas, mientras requirió a la Secretaría Electoral sus balances anuales.
“Queremos analizar todo, mirando los casos reportados con las rendiciones de cuentas de cada partido. Ahí vamos a ver si hubo una maniobra para lavar dinero y si además del tema electoral hay responsabilidades penales”, dijeron a este diario los investigadores.
Ya hay antecedentes con la campaña presidencial de Cristina Fernández de 2007: este año, el juez Ariel Lijo sostuvo que en aquel momento se blanquearon $ 886 mil de origen ilegal de la mafia de los medicamentos y procesó a varios recaudadores.
Del análisis de la documentación de la Procelac sobre la última elección surgen sospechas sobre las campañas de Daniel Scioli, Mauricio Macri y Rodríguez Saá. De la lista del Frente para la Victoria se destacan los $ 100 mil de Carlos Fabián de Sousa, socio del empresario Cristóbal López, del grupo Indalo. Al investigar sus bienes encontraron ROS (reportes de operaciones sospechosas) por $ 8.968.029.920 de abril último. Llamó la atención porque López y De Sousa están imputados por no haber tributado al Estado unos $ 8 mil millones que Oil Combustible cobró en impuestos (ITC). Hay otros dos nombres vinculados al dueño de C5N: Ricardo Benedicto y Héctor José Cruz, que dieron $ 120 mil cada uno al ex gobernador.
En Cambiemos, en tanto, resultan llamativos los casi tres millones de pesos que destinó la pareja de Ivana Karina Román-Ricardo José Mihura Estrada y el caso de Daniel Awada, dueño de la empresa Cheeky y cuñado de Macri, que entregó $ 2.600.000.
Los donantes de Rodríguez Saá, en tanto, aportaron más de 4,3 millones al ex candidato puntano, pero en algunos casos, al investigar sus patrimonios, eran trabajadores autónomos en categorías de 15 mil pesos anuales.