La de Argentina parecería ser una grieta a prueba de todo. Dólar a 40. Cuadernos de las coimas. Pérdida de poder adquisitivo. Elevación a juicios orales. Inflación por las nubes. Allanamientos y bóvedas. Tasas por la estratosfera. Ex funcionarios y secretarios arrepentidos. A pesar de este 2018 tormentoso, los núcleos de apoyo de Mauricio Macri y Cristina Kirchner aparecen estabilizados. El Presidente cayó fuerte en los primeros meses del año, pero desde mayo, cuando la economía empezó a mostrar la peor faceta, su imagen pública dejó de caer y entró en una meseta. Su antecesora, en tanto, mantiene la misma imagen que en enero y la causa de los cuadernos no logró romper su núcleo de apoyos.
De cara a 2019, Macri y CFK son las dos figuras que siguen ordenando el escenario electoral.
“Los núcleos duros hoy son suficientes para que sigan siendo los protagonistas”, analiza Federico Aurelio, de Aresco. Según sus números, la valoración de la economía está por el piso: un 77% percibe de manera negativa la situación del país, una cifra que es incluso superior a los dos peores momentos de la gestión kirchnerista (crisis con el campo y recesión de 2014, en ambos casos con el 70%). Además, más de la mitad tiene una expectativa “mala” o “muy mala” sobre lo que pasará el año que viene.
Para Federico Aurelio, “a Macri no lo apoyan por lo económico sino por ejes como corrupción, seguridad y narcotráfico, el concepto de verdad. En lo económico que no viven en marte, pero no lo consideran responsable”.
En la misma línea, Juan Mayol, de Opinaia, considera que “Cambiemos tiene un núcleo duro que dice que la situación es crítica, aunque no tanto por problemas propios. Aceptan que hubo mala praxis, pero siguen apoyando”. Y remata: “Si el Gobierno logra estabilidad, puede tener expectativas para 2019, pero si se da una espiralización de la crisis, se puede romper ese núcleo duro”. La última encuesta de Opinaia muestra la imagen positiva de Macri en 40, mismo valor que tenía en mayo.
El mismo panorama visualiza Isonomía. ¿Llegó a su piso Macri? “Por ahora la gente le pide que acierte, no está pidiendo que ya venga otro -afirma Pablo Knopoff, de esa consultora-. Lo que se ve no es ira, es más preocupación, tensión”. Cree que “nadie piensa” hoy en 2019, pero que “Argentina es reeleccionista, las elecciones las ganan o pierden los oficialismos”.
Oposición. El principal desafío que tienen hoy los armadores políticos es poder visualizar cuál va a ser el panorama electoral el año próximo. ¿Seguirá el escenario de polarización o habrá espacio para una tercera opción? Distintos analistas coinciden en que hay condiciones para que surja una tercera fuerza competitiva, aunque todavía nadie logra consolidarse. “El que no quiere a Macri y Cristina está preocupado por la coyuntura y tiene la expectativa de que aparezca otro, pero sino recurrirá al voto útil”, dice Mayol. Y señala que Massa tiene “la imagen estática”, a Urtubey “le falta conocimiento” y Pichetto “es de los que peor imagen tiene, porque no lo quieren ni los K ni los anti K”.
Knopoff, por su parte, analiza que creció el piso de votantes antigrieta. “Un cuarto de la sociedad hoy no quiere a ninguno de los dos. Es cierto que los polos se consolidan, pero más chicos que antes”, señala. Aurelio no coincide: “Los dos viven un clima de desgaste que tendría que llevar a eso, pero hasta ahora no se ve. A pesar de que un 54% nunca votaría a CFK y un 49% a Macri, el votante no aparece buscando esa tercera opción”.
El problema para los que buscan la tercera vía es que los puntos que pudo haber perdido Cristina por la corrupción los recuperó entre los sectores de más bajos recursos, que tienen fresco el recuerdo de una coyuntura donde estaban mejor.
En el Conurbano está hoy la base más sólida de CFK. Analogías acaba de terminar un trabajo en Santa Fe: también en Rosario está firme Cristina. Como en Buenos Aires, Cambiemos compensa en el interior provincial. “Cristina se vio afectada por cuadernos, pero se consolidó en los estratos más bajos, algo similar a lo que le pasó a Carlos Menem en 2003”, reflexiona Mayol.
Faltan diez meses para las PASO y un año para las generales. Cristina está consolidada y su núcleo ya demostró fidelidad. El núcleo macrista también viene mostrando fortaleza, pero necesita que la economía encuentre estabilidad. Knopoff deja abierto el interrogante final: “¿La gente va a votar por estos 1.050 días que lleva de gestión o por lo que pase los últimos cien días antes de votar?”.