En noviembre del año pasado, el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, se sacó una foto junto a una camada de diez mil policías que habían egresado como oficiales para reforzar el Operativo Sol y sumarse a la tropa de la fuerza de seguridad más numerosa del país.
El mandatario identificó que el principal problema era la seguridad y resolvió que la solución era saturar las calles de uniformados. A partir de este momento comenzó una carrera vertiginosa para acelerar el proceso de reclutamiento y formación de los policías de la provincia de Buenos Aires, aunque eso significara pagar algunos costos no revelados.
En medio de una ola de delitos, Scioli dictó la emergencia en seguridad, con un pomposo anuncio que tenía como objetivo llevar calma a la población. Y con el fin de engrosar la tropa de la Bonaerense, lanzó a la calle a la policía local, a la que adhirieron 54 municipios de más de setenta mil habitantes. Hoy se pueden ver a estos jóvenes patrullando a pie las calles de ciudades importantes y ciudades más pequeñas del territorio más poblados del país.
¿Pero cómo se forman estos chicos que apenas cruzan la mayoría de edad para combatir el delito? ¿Cómo lo hacen otras fuerzas? ¿Qué dicen los expertos en seguridad? El plan para adoctrinar a los chicos y no tan chicos en la prevención y combate al delito consta de 21 materias y dura, en primer término, seis meses.
Un oficial que recibe las inscripciones en la Provincia le reconoció a PERFIL que en ese lapso “no se aprende nada”. La currícula consta de un intensivo curso de materias teóricas vinculadas al derecho y una no tan intensiva práctica en operaciones policiales, defensa personal, educación física y tiro policial. En estas últimas tienen un equivalente a cuatro días de entrenamiento por cada materia. ¿Es suficiente? La Policía Metropolitana, para citar un caso de una fuerza nueva, tiene un curso de un año y duplica en horas al de la Bonaerense en entrenamiento y teoría.
La Policía Federal tiene un tiempo equivalente en meses, pero sus egresados nunca salen a la calle solos. Una vez que comienzan a trabajar se suman al Cuerpo de Prevención Barrial o a la División de Operaciones Urbanas de Contención Deportivas (Doucad) hasta completar el año.
Un oficial del Ejército Argentino, que pidió reserva de nombre, aseguró que 96 horas de educación física para un policía es muy poco. “Tendría que ser al menos una hora por día, no sólo por una cuestión de salud, sino para combatir el estrés”, indicó. Agregó que el mismo período para tiro policial es para un entrenamiento muy básico. En materia de defensa personal, consideró que lo que se dicta debería ser una base “para seguir capacitándose, aunque eso generalmente no ocurre”.
Federico Dinatale, instructor de la policía civil y militar de Brasil y especialista del Sistema Táctico de Combate RDA, opinó que hay una carencia de técnicas específicas para retener al delincuente.
Un comisario retirado confió a PERFIL que para acelerar el proceso de instrucción y mostrar más policías en las calles muchas veces se recurre a acortar los cursos. La Bonaerense lo negó.
El antropólogo Tomás Bover, quien dio instrucción en la policía local de La Plata, observó que una de las dificultades para la enseñanza a los policías es que muchas veces terminan entrenando “en predios no aptos para la enseñanza policial, como clubes de barrio, terrenos municipales o universitarios”.
Otro tema es que son los municipios los que eligen a los docentes para la policía local. Y en la mayoría de los casos no tienen experiencia en ello. La Policía Bonaerense asegura que el entrenamiento que se utiliza para la policía local fue copiado en algunos casos de otros modelos, como el de la policía de Miami. Que las 96 horas de tiro policial son más que suficientes. Y que el entrenamiento es el adecuado.
Fernando Jantus, subsecretario de Planificación del Ministerio de Seguridad, aseguró: “96 horas de tiro es un montón. Son treinta semanas, es decir tres horas semanales. No tenés que estar 96 horas tirando, no te sirve de nada. No importa sólo la puntería. Estamos camino a mejorar. Esta es la primera etapa, no existe experiencia de policía local en Argentina. Tenemos 18 mil policías locales, hemos superado lo que teníamos autorizado”.
Jantus detalló que el entrenamiento es muy exigente y que de cuarenta mil que se habían anotado para la primera camada de la policía local, quedaron en el camino treinta mil. “Acá no se busca que haya más, sino que haya mejores policías”, aclaró.
Cómo se forman en Brasil y Uruguay
PERFIL accedió a los planes de estudios de la policía civil de Brasil y Uruguay para comprobar si la cantidad de horas destinadas a las materias prácticas de la policía local es adecuada. En la provincia de Buenos Aires tanto defensa personal, como tiro policial y ejercicios físicos cuentan con una carga horaria de 96 horas cada una.
En Río de Janeiro, los estudiantes tienen 120 horas de defensa personal, 110 horas de tiro policial y realizan ejercicios físicos una hora por día, cinco días a la semana (200 horas en total). Es importante resaltar que en Brasil, cada estado diagrama de forma distinta su plan de estudio.
En Uruguay, la Escuela Departamental de Policía cuenta con un plan de ocho meses con una carga horaria muy superior al de la policía local. Reciben una formación de 140 horas de intervención policial (materia que incluye defensa personal), 120 de tiro policial y 110 horas de ejercicios físicos. En tanto la Escuela Nacional de Policías del país vecino cuenta con una currícula de tres años, y los estudiantes no ejercen hasta no haber culminado todo el proceso.