Horacio Rodríguez Larreta piensa rearmar su gabinete repensando su gestión para los próximos dos años. La salida de Diego Santilli como candidato a diputado por la provincia de Buenos Aires, quien abandonaría su cargo como vicejefe a cargo de Seguridad para el cierre de listas en julio, obligará a reordenar el ministerio.
También, la falta de un vice supondrá que Larreta deberá elegir un hombre cercano para la Legislatura porteña, quien será segundo en la línea sucesoria ante su ausencia.
Todos los cambios que se analizan contienen un ingrediente extra: si María Eugenia Vidal finalmente es la candidata por consenso de la boleta porteña colocaría a dos personas de su confianza en el gabinete. Tiene en mente a Gustavo Ferrari y a Emmanuel Ferrario.
Ferrari fue su ministro de Justicia en la Provincia y hoy sigue trabajando con ella. Pero, a la vez, mantiene una relación cercana con Larreta como asesor externo. Por ello, la ex gobernadora pensó inicialmente en la cartera de Seguridad y Justicia para Ferrari. El ex ministro, de aceptar su nueva función, se quedaría con el área judicial y no con seguridad. Todo está en las conversaciones entre colaboradores, pero la última palabra la tendrá el binomio Larreta-Vidal.
Lo único que está firme, por lo pronto, es el lugar del actual secretario de Seguridad y Justicia, Marcelo D’Alessandro, quien continuará siendo una pieza clave para sostener el trabajo de la Policía de la Ciudad y quien será, finalmente, ascendido a ministro tras casi seis años manejando las dos áreas junto a Santilli. De hecho, el “Colorado” se llevará a su equipo, como el caso de Gustavo Coria, jefe de Gabinete, para que D’Alessandro rearme el ministerio a su antojo.
Por su lado, Ferrario, a pesar de su juventud, trabajó codo a codo con Federico Salvai, el ex jefe de Gabinete bonaerense, y fue clave en el control de gestión. Ahora Larreta podría nombrarlo secretario general. Ese lugar lo ocupa Fernando Straface, un funcionario de su máxima confianza, quien tiene dos destinos posibles: el ministerio de Gobierno (el santillista Bruno Screnci podría ir como diputado), la cartera más política del Ejecutivo, o ser candidato a legislador para presidir el Parlamento porteño.
Ya Cristian Ritondo, jefe del bloque del PRO, y Carmen Polledo, quien irá por su reelección en el Congreso, descartaron ir en la boleta local. Ambos ya ocuparon ese puesto clave.
El ex presidente, entre miedos por una derrota y su rol en la "rosca"
Por ello, para ese lugar en la Legislatura el jefe de Gobierno tiene otro nombre en mente: el secretario de Ambiente, Eduardo Macchiavelli. Larreta quiere darle un impulso mayor a la “agenda verde” con un especialista en las políticas medioambientales y, sobre todo, que Macchiavelli se dedique “full time” al armado nacional como secretario general del PRO.
Al actual vicepresidente de la Legislatura, el santillista Agustín Forchieri, lo aguarda una oficina en Parque Patricios cuando termine su mandato a fin de año.
Habrá otros cambios en camino. Larreta quiere darle un nuevo impulso al área de Tercera Edad y por ello quien desembarcaría allí es la vidalista Milagros Maylin, hoy en la coordinación del área covid-19. Maylin fue funcionaria bonaerense, primero con Salvai y Ferrario, y luego en un organismo creado para urbanizar siete villas de las más postergadas del conurbano. Ahora se pondría al frente de los adultos mayores, un segmento clave para la campaña.
Otro cambio será en Innovación, donde, por caso, se creó el Boti de Whatsapp. Allí llegará Diego Fernández, quien está a cargo del Barrio 31 y está cansado de lidiar con la ministra María Migliore, y reemplazará a su amigo Fernando “Bana” Benegas, quien migrará al sector privado. No se sabe quién quedará en la 31: ya hubo ofrecimientos a ex funcionarios que se negaron a trabajar con Migliore.