A partir del 10 de diciembre, La Libertad Avanza tendrá una representación de 37 integrantes en la Cámara de Diputados, un crecimiento exponencial para una fuerza que solo cuenta con tres legisladores.
Sin embargo, ese aumento en la representación será sin dudas un desafío de coordinación para quien sea elegido como conductor del bloque.
A esto se suma que habrá reemplazos para Javier Milei y Victoria Villarruel, a partir de sus responsabilidades ejecutivas. Lo harán Nicolás Ema en el primer caso, presidente de LLA en la Ciudad de Buenos Aires, y María Victoria Araujo. Sobre la banca de Carolina Píparo todavía no hay certezas, porque si bien tenía chances en Anses, por el momento no tiene ningún lugar asignado en el Ejecutivo.
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A nivel parlamentario, el primer asunto a resolver será el Presupuesto 2024 y la definición sobre si enviará un nuevo texto o si decidirá prorrogar el vigente para salir del paso y luego reconducir las partidas con la perspectiva de votar un nuevo proyecto ya entrado el año, tal como hizo Alberto Fernández en 2019/2020.
La incertidumbre aquí tiene que ver con que Milei ya anticipó que sus pautas económicas estarán completamente en las antípodas del gobierno saliente, con un fuerte recorte cercano al 15%, sin obra pública, lo que preocupa en especial a las provincias. El presidente electo les había pedido a Sergio Massa y a UxP el tratamiento del proyecto después de los comicios, lo que fue aceptado. Con lo cual, el texto enviado por el Ejecutivo ni siquiera se empezó a tratar en comisión, a excepción de la separata sobre el gasto fiscal.
Desde la oposición, por ahora hubo predisposición a iniciar la discusión sobre el Presupuesto 2024, teniendo en cuenta la importancia de la herramienta para un gobierno entrante, a la par de la normativa para determinar el nuevo organigrama del Estado, que Milei ya anticipó que tiene planes de reformar.
“Lo razonable (el Presupuesto, la Ley de Ministerios) es muy fácil (de aprobar)”, razonó Martín Tetaz, diputado de Evolución Radical, que contrapuso esas dos alternativas a la dificultad para encarar cambios o directamente eliminar el BCRA.
