El 14 de enero de 2015 el fiscal Alberto Nisman denunció a la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner y a su canciller, Héctor Timerman, entre otros funcionarios, de haber elaborado un plan que incluyó negociaciones secretas y públicas con los iraníes, durante las cuales se acordó dar de baja las notificaciones rojas de Interpol. Esas tratativas desembocaron en la firma de un Memorándum de Entendimiento.
Un día después de la fuerte acusación del fiscal, el entonces Canciller, en una conferencia de prens,a leyó un extenso comunicado bajo el título "AMIA, una vez más sin justicia y sin verdad". En ese acto, aportó pruebas sobre la vigencia de las alertas rojas de Interpol para detener a los sospechosos de haber participado en el atentado contra la AMIA en 1994.
"Si hoy existen las alertas rojas solicitando el arresto de los sospechosos iraníes se debe a la decisión y acción política de Néstor Kirchner, ni de Menem, ni de De la Rúa, ni de Duhalde. Y mucho menos del fiscal Alberto Nisman", sentenció el funcionario. Y agregó: "También la actual Presidenta exigió una y otra vez que Irán coopere con la investigación, ya sea extraditando a los sospechosos o permitiendo ser juzgados en un tercer país. Buscó distintas fórmulas legales pero jamás dejó de denunciar la actitud negacionista de Irán".
Sin embargo, un documento que trascendió en las últimas horas da una nueva mirada a los dichos de Timerman. En una carta enviada al actual canciller, Jorge Fauire, el Gobierno iraní informó que entre las condiciones del pacto entre ese país y Argentina estaba la de cesar con las alertas rojas que Interpol mantenía contra los acusados.
Según el escrito, para cumplir con el artículo 7 del acuerdo, los cancilleres de ambos países "solicitaron a Interpol poner fin a las obligaciones de esa institución con respecto a la causa AMIA".